Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

OPINIÓN: Seguridad, único tema en común que pueden negociar México y EU

El gobierno mexicano sigue sin poder articular una estrategia más allá de la defensa del honor nacional; sin coordinación, se diluye cualquier ventaja que se pueda tener frente a Estados Unidos.
vie 24 febrero 2017 07:05 AM

Nota del editor: Marco A. Morales es Investigador Afiliado al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Su cuenta de Twitter es @marco_morales . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

(Expansión) – De la conferencia de prensa del jueves del canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, y de Seguridad Nacional, John Kelly, se desprende una gran conclusión: seguridad es el único tema en común sobre el que pueden negociar México y Estados Unidos.

Lee: México y EU pactan asumir responsabilidad compartida en migración

Sobre el resto de los temas, el lenguaje diplomático en ambos lados fue muy claro: no hay traslape de intereses inmediato en otras áreas y las posiciones de ambos países son lejanas e inflexibles.

Para entender las implicaciones de estos mensajes, es importante mantenerlos en contexto. Hago tres anotaciones.

1. No es claro quién es la voz ejecutiva del gobierno estadunidense

Publicidad

Con la experiencia de las últimas cinco semanas como guía, lo único evidente es la incertidumbre como política de Estado.

Donald Trump hace declaraciones que vienen bien a su audiencia doméstica, su gabinete se posiciona de manera distinta, y el presidente estadounidense revira asumiendo una nueva posición distinta a la propia y a la de su gabinete.

Gráfico: Los negociadores de México y EU, cara a cara

Posiblemente el modus operandi de esta administración es, como el propio Trump sugirió durante la campaña, que la política exterior estadunidense sea siempre incierta para “mantener a sus oponentes fuera de balance”.

Pero, a pesar de la incertidumbre, lo que sin duda sabemos es que desde el 20 de enero Estados Unidos es un país que se mira el ombligo.

2. No es claro que la política exterior de EU esté siendo coordinada desde el Departamento de Estado

Desde el inicio de esta administración, el Consejo de Seguridad Nacional parece estar adquiriendo cada vez más poder de decisión política.

Las señales son claras: se incorporan altos mandos militares (en activo o en retiro) a posiciones clave en el Consejo (McMaster, Asesor de Seguridad Nacional; Mattis, Secretario de Defensa; y Kelly, Secretario de Seguridad Doméstica), al igual que el principal asesor político del Presidente (Bannon).

OPINIÓN: Tillerson, Kelly y sus buenos deseos en un "viaje difícil"

Esto genera una situación peculiar donde deja de existir una diferencia clara entre seguridad nacional y seguridad interior.

Las deportaciones de migrantes indocumentados son definidas en el discurso público como un tema de seguridad nacional. Construir el muro para detener “bad hombres” es también un tema de seguridad nacional. La renegociación del TLCAN termina, pues, supeditada a – y posiblemente rehén de – la seguridad nacional.

3. El lado mexicano no puede generar una respuesta coordinada

Una avalancha de activistas, artistas y pre-candidatos viajan a Estados Unidos para reunirse con migrantes o con estudiantes, pero sin una idea clara de cuál es el objetivo a seguir – más allá del personal – y cómo estas acciones se insertan en una estrategia más coordinada.

nullEl gobierno mexicano sigue sin poder articular una estrategia más allá de la defensa del honor nacional. Sin coordinación, se diluye cualquier ventaja que pudiésemos tener frente a Estados Unidos, asumiendo que el gobierno estadunidense quiere ver más allá de su propio ombligo.

Lee: Gerónimo Gutiérrez, nuevo embajador de México en EU

En resumen

Esta fue una reunión entre emisarios con poco mandato. De un lado, los Secretarios que pueden o no tener directivas de política, que pueden o no cambiar dependiendo de la coyuntura política interior en Estados Unidos.

Del otro, los Secretarios que buscan entender las posiciones de sus contrapartes para determinar si es posible o no posicionarse sin agraviar a Estados Unidos.

Si bien la negociación es posible en el espacio gris entre posiciones ambivalentes, el margen de maniobra se limita cuando todo lo que hay es incertidumbre.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad