OPINIÓN: Violencia imparable contra defensores de derechos humanos y periodistas
Nota del editor: Mariana Cendejas es directora de Transparencia y Rendición de Cuentas del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC). Síguela en su cuenta de Twitter @MarianaCendejas . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
(Expansión) – Aun no nos recuperábamos de la noticia del asesinato de la activista Miriam Rodríguez, el pasado 10 de mayo en Tamaulipas, cuando la tarde del lunes se tuvo conocimiento de que el periodista Javier Valdez, fue baleado a unos metros de la sede del semanario local Ríodoce, en Culiacán, Sinaloa.
Miriam y Javier se suman a una lista, que parece no tener fin, de periodistas y defensores de derechos humanos que han encontrado la muerte en la búsqueda de la verdad y la justicia.
La Procuraduría General de la República informó que se inició una carpeta de investigación, a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE), derivada del homicidio del periodista (Comunicado 838/17).
OPINIÓN: No al silencio ante la muerte de otro periodista
Lamentablemente, la intervención de esta Fiscalía especial no reviste ninguna garantía de que se vaya a castigar a los culpables, pues de acuerdo con la información presentada en el estudio del Observatorio Nacional Ciudadano Homicidio: una mirada a la violencia en México , de 2000 a 2014, la FEADLE, reportó 102 periodistas asesinados sin que se apreciara, en ese momento, avance alguno frente a la permisiva impunidad de estos hechos.
Por su parte, la organización internacional Artículo 19, indicó que el 2016, fue el año más violento para la prensa en México, pues en ese periodo se registraron 426 agresiones contra periodistas, con 11 asesinatos. Según su informe Libertades en Resistencia , la impunidad prevalece en el 99.7% de los casos.
Vemos a un estado sin capacidad de brindar seguridad y justicia a sus gobernados y, peor aún, incapaz de brindar protección efectiva a aquellos ciudadanos que, ante la inefectividad de las autoridades, deciden buscar respuestas por sus propios medios.
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En este sentido, los esfuerzos gubernamentales para contar con medidas de protección efectivas para periodistas y defensores de derechos humanos han resultado estériles. Así lo pone de manifiesto el Segundo Diagnóstico sobre el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, en donde se concluye que, a pesar de que este mecanismo surgió con un amplio respaldo por parte de la sociedad civil, no ha logrado implementarse plenamente y, por ende, no ha dado los resultados esperados.
Estas fallas también fueron puestas de manifiesto por la activista Maite Azuela, quien ha sido víctima de diversas intimidaciones, incluso, de una amenaza de muerte. En su columna en el medio digital SinEmbargo.mx, del pasado 8 de noviembre de 2016, la también periodista relata cómo el Mecanismo de Protección a Periodistas de la SEGOB está basado en evaluaciones discrecionales que delatan falta de profesionalismo y prácticas discriminatorias que confrontan a la víctima con los probables agresores.
En el texto enlista también omisiones graves en la investigación por parte de la PGR, entre las que se encuentran el no haber recabado la información básica para comprender los hechos; generación de conclusiones aisladas; dilación excesiva en las actuaciones, así como una inusual insistencia por parte de la autoridad para realizar pruebas sobre el equilibrio psicoemocional de la denunciante.
OPINIÓN: La violencia que no cesa, la protección que no alcanza
Es hora de poner un alto a tanta violencia, pues, según datos de nuestro último Reporte sobre delitos de alto impacto , marzo de 2017, fue el mes con más víctimas de homicidio doloso de este sexenio. De continuar la tendencia, este año alcanzará cifras récord en todos los delitos que analizamos. El grave problema de seguridad y violencia no puede continuar siendo relegado, ni servir de moneda de cambio durante periodos electorales.
Al momento de terminar de escribir estas líneas, los medios dan cuenta de una agresión más. Sonia Córdoba, del semanario regional Costeño, fue baleada mientras viajaba en su vehículo en Jalisco. Reportan la muerte de su hijo de 26 años, mientras ella, de 48, fue trasladada en estado grave a un hospital.
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Mientras la escandalosa impunidad persista, continuarán las amenazas, hostigamientos, agresiones físicas, detenciones arbitrarias, desapariciones y asesinatos de periodistas y defensores de derechos humanos. Desde el Observatorio Nacional Ciudadano reiteramos la exigencia, a todos los niveles y ámbitos de gobierno, de tomar todas las medidas que resulten necesarias para brindar una protección eficaz a estos actores; así como la investigación, resolución de casos y acceso a la justicia a las víctimas, tanto directas como indirectas.
Está claro que no es suficiente que se expidan leyes y protocolos que no se aplican, ni la creación de más fiscalías especializadas, cuya única especialización se lleva en el nombre. Se necesitan acciones contundentes que permitan que los responsables paguen por estos delitos.
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