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OPINIÓN: ¿Los republicanos están listos para abandonar a Trump?

Si los republicanos quieren mantener el control del Congreso en 2018, tienen que distanciarse de Trump.
lun 12 junio 2017 12:30 PM
En aprietos
En aprietos Paul Ryan dijo que el presidente es nuevo, con respecto al caso del despido de James Comey, y que probablemente no dominaba los viejos protocolos. (Foto: JOSHUA ROBERTS/REUTERS)

Nota del editor: Dean Obeidallah fue abogado; conduce el programa The Dean Obeidallah Show, que se transmite diariamente por la estación estadounidense SiriusXM, además de que es columnista del sitio The Daily Beast. Síguelo en Twitter como @deanofcomedy . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(CNN) — Después de que James Comey, exdirector del FBI, rindiera declaración ante la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense, a principios de junio, varios expertos conservadores (e incluso Donald Trump, hijo) defendieron públicamente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ¿Pero quién no salió en su defensa? Los republicanos del Congreso.

Es cierto que Paul Ryan dijo: "El presidente es nuevo en esto… probablemente no dominaba los viejos protocolos". Pero entonces, el presidente de la Cámara de Representantes agregó: "No digo que sea una excusa aceptable. Simplemente es mi observación".

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Marco Rubio, senador republicano por Florida y miembro de la Comisión de Inteligencia del Senado, dio una respuesta similar al señalar que todo esto "se reduce" a uno de dos escenarios: o Trump es simplemente "un personaje no político, poco convencional" que ignora cómo se hacían las cosas, o como Rubio planteó, "son los actos de alguien que traza un plan para obstaculizar una investigación".

Quien defendió mejor a Trump fue su famoso aliado John Cornyn, senador republicano por Texas, quien señaló que al menos Comey confirmó que el FBI no estaba investigando a Trump por la posible colusión con Rusia. Pero como comentó más tarde Lindsey Graham, diputado republicano por Carolina del Sur, Trump "no está bajo investigación por colusión todavía. Sigan investigando". Al tocar el tema del escándalo que llevó al juicio de destitución de Bill Clinton, agregó: "comienzas con Whitewater y terminas con un vestido azul".

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En los programas de opinión del domingo por la mañana, los senadores republicanos se negaron a defender a Trump por sus ataques contra Comey. Jim Lankford, senador republicano por Oklahoma, dijo que las interacciones de Trump con Comey habían sido "muy inadecuadas", mientras que la senadora Susan Collins dijo que Trump se equivocó al hablar con Comey sobre Flynn.

null¡Con amigos como estos, ¿quién necesita a los demócratas?! La realidad es que vimos las primeras grietas en el frente republicano del Congreso que defendía los actos cuestionables de Trump cuando despidió a Comey como director del FBI en mayo. Como se reportó en el sitio web FiveThirtyEight.com, solo 12 de los 52 senadores republicanos defendieron públicamente la decisión que Trump tomó. De hecho, 15 senadores republicanos criticaron públicamente a Trump por haber despedido a Comey, mientras que 21 dieron respuestas ambiguas.

Entonces ¿por qué los republicanos dudan en defender a Trump? Muchos temen que cualquier manifestación de lealtad a Trump les costará en las elecciones intermedias… y lo más importante, que le costará al Partido Republicano el control del Senado y la Cámara de Representantes.

Pero no lo crean porque lo digo yo. Apenas a principios de junio, la congresista republicana reelecta, Martha McSally, reconoció que ese es su temor. En una reunión con cabilderos del sector bancario, que se grabó en secreto, se le escucha hablar de la forma en la que los electores le han estado hablando sobre Trump: "Es como si fuera responsable de todo lo que hace, de lo que tuitea y lo que dice". Luego, externó una inquietud que probablemente muchos de sus colegas republicanos tienen: "Si eres congresista republicano, te hundirás con el barco".

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Pues si el pasado sirve de prólogo, McSally, representante de Arizona, está totalmente en lo correcto. Generalmente se considera que las elecciones intermedias son una vía para que los electores le envíen un mensaje al presidente. Con contadas excepciones, el partido político del presidente pierde escaños en las intermedias en un grado usualmente relacionado con los índices de aprobación del presidente.

Teniendo eso presente, los republicanos del Congreso tienen que estar preocupados por los bajos índices de aprobación de Trump. Según la encuesta más reciente de Quinnipiac Poll, que CNN publicó, solo el 34% de los estadounidenses aprueba el desempeño de Donald Trump en la presidencia, lo que representa un ligero descenso respecto a la encuesta de principios de abril.

La historia nos ha demostrado que cuando los índices de aprobación de un presidente están por debajo del 50% antes de las elecciones intermedias, su partido pierde, en promedio, casi 40 escaños en la Asamblea de Representantes . Tengan presente que los demócratas solo necesitan 24 curules para recuperar el control de dicha cámara. Recuperar el Senado es más desafiante, pero no imposible, dado que de las 33 senadurías que se disputarán en 2018, 23 están en manos de demócratas y 10 de ellas están en estados en los que Trump ganó.

Algunos de los partidarios de Trump señalan que cinco meses después de que asumiera la presidencia, los índices de aprobación de Bill Clinton eran parecidos a los de Trump, pero ganó la reelección. Es cierto: en junio de 1993, Clinton tenía un índice de aprobación del 39%. Sin embargo, Clinton lidiaba con una economía estancada y un índice de desempleo del 7% . En contraste, Trump tiene una economía en ciernes (gracias en gran parte a las sensatas políticas económicas de Obama) y una tasa de desempleo del 4.3%, la más baja en 16 años.

En cualquier caso, Clinton llegó a las elecciones intermedias de 1994 con un índice de aprobación del 48%. ¿Qué pasó en las elecciones intermedias? Algo insignificante, conocido como la Revolución Republicana , en la que el Partido Republicano obtuvo 52 escaños en la Asamblea de Representantes y ocho en el Senado.

Aunque los expertos conservadores adoren a Trump, a los republicanos del Congreso les gusta aún más que los reelijan. Si los índices de aprobación de Trump siguen como están, no pasará mucho tiempo para que los republicanos del Congreso abandonen a Trump. No solo dejarán de defenderlo, sino que le huirán. Si las cifras de Trump siguen desplomándose, es posible que algunos incluso se postulen en su contra.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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