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OPINIÓN: El veneno ruso que paraliza a la presidencia de Trump

El gobierno de Donald Trump está casi paralizado por un escándalo que ha privado al país y al mundo del liderazgo de Estados Unidos.
jue 13 julio 2017 09:28 AM
Trump Jr.
Declaración La revelación del hijo de Donald Trump intensificó aún más la trama de una presunta intervención de Rusia en las elecciones de 2016. (Foto: MARK KAUZLARICH/REUTERS)

Nota del editor: Michael D'Antonio es autor del libro Never Enough: Donald Trump and the Pursuit of Success (editorial St. Martin's Press). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — Piensen en el dragón de Komodo. Es una criatura sin pelo, de labios delgados, ojillos negros y una especie de sonrisa sardónica, que acecha a animales mucho más grandes que él. El ataque del dragón suele terminar con su presa huyendo casi ilesa. Pero el más mínimo rasguño basta para depositar unas gotas de la saliva del dragón y desatar una infección. Tras una muerte lenta, el dragón devora a su presa.

El ejemplo del dragón de Komodo es una metáfora política interesante en nuestro tiempo. El dragón es el calculador Vladimir Putin. Natalya Veselnitskaya, la abogada rusa con lazos con el Kremlin, bien podría haber hecho el rasguño hace más de un año. La víctima es la presidencia de Trump, que está al borde de un escándalo purulento y potencialmente letal.

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En el giro más reciente de la crisis Trump/Putin, el diario estadounidense The New York Times reveló que el hijo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump hijo; su yerno, Jared Kushner, y el que fuera director de su campaña, Paul Manafort, se reunieron con Veselnitskaya en junio de 2016 porque les dijeron que tenía información del gobierno ruso que podría perjudicar a su oponente en las elecciones de 2016.

El martes, Trump hijo publicó en Twitter la cadena de correos electrónicos que aparentemente recibió antes del encuentro: un intermediario le dijo que el equipo de Trump recibiría "documentos e información que incriminarían a Hillary y sus negociaciones con Rusia" y le ofreció "información de muy alto nivel y muy confidencial" que supuestamente era "parte del apoyo de Rusia y de su gobierno al Sr. Trump". A todo esto, Trump hijo respondió: "…si es lo que dices, me encanta".

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Estas revelaciones podrían indicar el día y el lugar (la torre Trump) en el que los rusos envenenaron al equipo de Trump para desestabilizar la política estadounidense y destruir la campaña presidencial de la demócrata Hillary Clinton.

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Putin ha sentido animadversión hacia Clinton desde hace mucho y se ha dedicado a restaurar la condición de superpotencia de Rusia, economía que equivale a una décima parte de la de Estados Unidos.

Gracias a sus hackers y a un diluvio de propaganda, la interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses fue barata y efectiva, además de que ha sumido a la presidencia de Trump en un escándalo que ha socavado la presencia mundial de Estados Unidos y ha servido para que el equipo de Trump parezca inepto o corrupto, en el peor de los casos.

La ineptitud sería la explicación más inocente para el hecho de que Trump hijo haya decidido reunirse con Veselnitskaya por recomendación de un conocido que representa a una estrella rusa del pop, cuyo padre patrocinó, junto con Trump, el concurso Miss Universo 2013 en Moscú (si quisieras inventar esto, no podrías).

nullUn político experimentado habría reconocido el peligro, pero Trump hijo, quien pertenece a un clan que cree que tener confianza en sí es lo mismo que ser competente, no solo le abrió las puertas a Veselnitskaya, sino que llevó a Kushner y a Manafort a la reunión.

Durante y después de la campaña electoral, Trump y sus asistentes negaron repetidamente que hubieran trabajado con Rusia para ganar la presidencia. En vez de investigar a profundidad el ataque cibernético de Rusia, a nombre de Estados Unidos, han negado febrilmente toda colusión, han atacado a quienes revelan hechos ocultos y le han recordado al mundo una y otra vez que ganaron las elecciones.

El mismo presidente negó haber hecho mal, atacó la integridad de los periodistas que informaron sobre el escándalo que surgía e intentó reducir la "presión" al despedir repentinamente al director del FBI, James Comey.

OPINIÓN: El error que Trump cometió en su reunión con Putin

Con cada giro en esta crisis, el equipo de Trump ha tropezado y se ha retorcido. Trump hijo dijo al principio que "un conocido" lo había engañado y que ni siquiera le había dicho el nombre de la persona rusa con la que se reuniría. No dijo nada con la esperanza de obtener información comprometedora sobre Clinton de parte de los rusos y explicó que la discusión había sido sobre la restauración de un procedimiento para que las parejas estadounidenses adopten huérfanos rusos.

Menos de un día después llegó una segunda declaración, con la que se confirmó que Trump hijo estaba intrigado con la promesa de que los rusos le ayudarían a derrotar a Clinton y que en el encuentro se habló de las sanciones estadounidenses contra personas y entidades rusas sospechosas de corrupción y violaciones a los derechos humanos. La ley que prevé estas sanciones, la Ley Magnitsky, lleva el nombre de un informante ruso que murió en custodia luego de afirmar que los compinches del Kremlin habían engañado al gobierno.

El capítulo de Veselnitskaya en la controversia de Trump y Rusia podría haberse evitado del todo si alguien de la torre Trump, incluso el mismo Trump hijo, hubiera hecho una búsqueda en internet para ver que ella trabajaba contra las sanciones de la Ley Magnitsky y que su pasión era tan intensa como la ira de Putin por las sanciones, a las que considera "indignantes". Pero algunos de los asesores más confiables de Donald Trump se amontonaron en un salón con la esperanza de recibir algo de información útil.

Lee: Los correos de Trump Jr. contradicen a la Casa Blanca

Para creer que Trump hijo recibió a una invitada misteriosa de un país hostil en una sala no lejos del lugar en el que el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos estaba trabajando, tendríamos que creer que carece peligrosamente de inteligencia y de sentido común.

Considerando que Trump hijo proclama que tiene habilidades superiores (cosa que me ha dicho en persona), tengo que creer que sabía quién iba a visitarlo y que la emoción por lo que iba a revelarle lo llevó a invitar a Kushner y a Manafort. Según la segunda declaración que Trump hijo publicó, "pronto quedó claro que no tenía información de importancia".

En otro contexto, el episodio de Veselnitskaya quedaría relegado al barril de las rarezas, en donde puede encontrarse a Billy Carter o a Roger Clinton. Sin embargo, parece que es una prueba importante que indica que existe la clase de colusión entre Rusia y Trump que tanto el presidente, sus asistentes y sus simpatizantes han negado constantemente.

nullTodo esto ocurre después de que el asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, se viera obligado a renunciar cuando se demostró que no había declarado pagos de parte de entidades rusas. También ocurre después de que Jared Kushner corrigiera una solicitud de autorización de acceso de seguridad en la que inicialmente había omitido sus contactos con Rusia.

Si a esto le agregamos que el fiscal general, Jeff Sessions, omitió revelar sus reuniones con los rusos y que Donald Trump vomitó todo lo que sabía a unos funcionarios rusos a los que les contó, en el despacho oval, que había decidido despedir al "loco" de Comey, las implicaciones de este episodio se hacen más claras.

La mordida del dragón de Komodo significa el fin para su presa porque provoca una infección; a la herida le sigue una enfermedad y una fiebre intensa y luego, la muerte. En el caso de Rusia y la campaña y presidencia de Trump, el peligro pasó desapercibido para un grupo que, al igual que su candidato, era agresivo al grado de parecer descoordinado a veces.

Lee: Donald Trump y Junior, dos versiones sobre la trama rusa

Metafóricamente, al igual que la presa del dragón, carecían de los elementos (humildad, precaución y límites éticos) necesarios para su supervivencia. Casi paralizado, el gobierno ahora trabaja bajo la nube de un escándalo que ensombrece a Estados Unidos y al mundo, a los que la Casa Blanca privó del liderazgo adecuado.

Si el dragón prevalece, el 9 de junio de 2016 podría pasar a la historia como el día fatídico en el que se infligió la herida.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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