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El ejercicio, lo mejor para rehabilitar el corazón

Los ejercicios aeróbicos como nadar, trotar y hacer bicicleta elevan la frecuencia cardiaca. Con el tiempo, el corazón se vuelve más eficiente, lo que le permite bombear más sangre con menos esfuerzo.
sáb 10 febrero 2018 07:10 AM

Rick Murphy, un valuador de bienes raíces en Atlanta, no tenía idea de que tenía problemas cardiacos. Cuando cumplió 50 años, decidió que era hora de ponerse en forma. En poco tiempo pasó de correr carreras a participar en un triatlón Ironman.

Un compañero triatleta le sugirió consultar a un cardiólogo deportivo, así que fue a ver al Dr. Jonathan Kim de Emory Healthcare en julio de 2015.

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"Y el Dr. Kim me dice, ‘Creo que tenemos que hacerte un cateterismo cardiaco’".

Una de las principales arterias de su corazón estaba bloqueada en más del 95%. A los pocos días Murphy estaba en el quirófano.

"Obviamente me sorprendió", dijo Kim. "Pudo haber sido esa desafortunada y terrible historia en la que alguien simplemente cae muerto".

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"Mi único síntoma era un poco de fatiga adicional", dijo Murphy, que ahora tiene 55 años. "Lo achacaba a trabajar demasiado y no dormir lo suficiente".

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Murphy no haría otro Ironman pronto, pero estaba ansioso por volver a su rutina normal. Y Kim prescribió exactamente eso: más ejercicio. Aunque los beneficios del ejercicio son claros para quienes padecen del corazón, los pacientes a menudo quieren saber cuál es la mejor forma de hacer ejercicio, cuánto y qué tan intenso.

Y cada vez más los expertos están presionando a los pacientes con problemas cardiacos a hacer más de lo que se consideraba útil, o incluso seguro, en el pasado.

Ejercicio

La idea de que el ejercicio puede ayudar a los corazones a recuperarse es relativamente moderna.

Hasta la década de 1950, los médicos a menudo les decían a los pacientes cardiacos que evitaran cualquier actividad física. En 1952, la recomendación de que los pacientes de infarto dejaran la cama y se sentaran era bastante polémica. No fue hasta finales de los años 50 que aparecieron las indicaciones de ejercitarse.

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Hoy en día, el ejercicio aeróbico se considera clave para la recuperación, dijo Kim, quien dirige un laboratorio de fisiología del ejercicio.

"Uno de los principios de lo que hacemos es que el ejercicio es medicina", dijo.

Los ejercicios aeróbicos como nadar, trotar y hacer bicicleta elevan la frecuencia cardiaca. Con el tiempo, el corazón se vuelve más eficiente, lo que le permite bombear más sangre con menos esfuerzo. El ejercicio también puede revertir algunos de los efectos de la enfermedad cardiaca, como el estrechamiento de las arterias.

"El objetivo es aumentar y mantener esa frecuencia cardiaca elevada en lo que llamamos una zona de ritmo cardiaco de ejercitación", dijo el Dr. Jonathan Whiteson, director médico de rehabilitación cardiaca en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.

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Una zona objetivo típica para el ejercicio aeróbico podría ser del 70 al 80% de su frecuencia cardiaca máxima, dijo Whiteson, aunque muchos apuntan más alto o más bajo.

La mayoría de las personas puede calcular su frecuencia cardiaca máxima restando su edad a 220, dijo Whiteson. A los 55, Murphy dice que su ritmo cardiaco sigue esa tendencia, alcanzando un máximo de 165. Sin embargo, muchos sobrevivientes de ataques cardiacos llegan a un poco menos, dijo Whiteson.

Los especialistas en el ejercicio físico como Whiteson y Kim usan una batería de pruebas y dispositivos para encontrar la ‘nueva normalidad’ de cada paciente, desde monitores de latidos hasta una máscara que mide el uso de oxígeno. Una vez que sus pacientes están estables, los animan a moverse, aunque lentamente al principio.

"Hacen que te levantes y te muevas lo más pronto posible", dijo Murphy.

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Volver al ejercicio

En los últimos años, los médicos han seguido empujando los límites de lo que pensaban que podían hacer los pacientes cardiacos, prefiriendo el entrenamiento a intervalos de alta intensidad sobre el ejercicio más moderado, señaló Ray Squires, director del programa de salud y rehabilitación cardiaca en la Clínica Mayo.

Durante el entrenamiento a intervalos de alta intensidad, HIIT por sus siglas en inglés, las personas se esfuerzan por intervalos breves, de 30 segundos a unos pocos minutos, seguidos por periodos más largos de ejercicio de baja intensidad.

En 2009, la Clínica Mayo comenzó a recomendar HIIT a las personas que habían sido diagnosticadas de infarto o insuficiencia cardiaca.

"No sé si había alguien más haciendo eso en Estados Unidos", dijo Squires.

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En Mayo, Squires y su equipo inician HIIT una vez que sus pacientes pueden hacer 20 minutos de ejercicio moderado, que puede incluir caminar a paso ligero o incluso cortar el césped.

El entrenamiento de alta intensidad tiene muchas "variantes", aclara Squires, que pueden depender de la edad del paciente, su nivel de condición física, la naturaleza de su problema cardiaco y otras afecciones médicas, como la artritis, que podrían dificultar ciertos ejercicios. No hay una sola forma de hacer HIIT, dijo.

Los pacientes a menudo tienen miedo de exigirle más a sus corazones poco después de un infarto, dijo Squires, pero la mayoría confía en sus médicos lo suficiente como para intentarlo. Entre los varios miles de pacientes que han pasado por el programa de 36 semanas de la Clínica Mayo, "nunca hemos visto un solo evento durante el entrenamiento HIIT", comentó. Los pacientes corren más riesgo de sufrir una lesión física que otro ataque al corazón, agregó.

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En un estudio, investigadores de los Países Bajos registraron solo dos paradas cardiacas fatales durante más de 46,000 horas de ejercicio de alta intensidad supervisado. Estos casos fueron tan pocos que no pudieron encontrar una diferencia entre ese ejercicio y el ejercicio moderado; los autores concluyeron que los beneficios del HIIT superan los riesgos.

Algunos estudios sugieren que el ejercicio de alta intensidad podría ser mejor para pacientes cardiacos que el ejercicio de intensidad moderada, casi duplicando su capacidad cardiorrespiratoria, según un análisis.

"El HIIT no es nuevo", dijo Squires. "Ha sido utilizado por los atletas probablemente desde el comienzo de los tiempos".

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Los primeros estudios sobre HIIT en pacientes cardiacos se publicaron a finales de los años 70, pero fueron ignorados, dijo Squires, a pesar de que demostraron "mejoras dramáticas" en muchos de estos pacientes.

Sin embargo, la tendencia se extendió por igual entre los centros de rehabilitación y los entusiastas del ejercicio. El Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva reconoció el entrenamiento HIIT como la tercera tendencia más popular en el mundo del fitness en 2017. Y quienes van al gimnasio buscan cada vez más entrenamientos cortos e intensos como una forma de combinar los beneficios del ejercicio en una sesión más breve.

Esto contrasta con las recomendaciones de expertos de hacer 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces por semana.

null"Algunas personas simplemente no tienen tiempo", dijo Kim. "Algunas personas solo quieren exigirse más".

Para los pacientes con un padecimiento de corazón puede ser crucial discutir sus objetivos y temores con un cardiólogo y personalizar su plan de ejercicios, opinó Kim.

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"En el campo de la cardiología deportiva, todavía tenemos muchas limitaciones entre lo que sabemos y lo que no sabemos", admite no obstante.

Pero quizás lo que limite los beneficios de la rehabilitación cardiaca no sea una ciencia emergente, sino el acceso a esa rehabilitación.

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Un estudio publicado en 2017 confirmó los hallazgos de que las mujeres y los pacientes afroamericanos en Estados Unidos tienen menos probabilidades de ser remitidos a rehabilitación cardiaca. Aquellos con seguro médico tienen tres veces más probabilidades de ser remitidos a rehabilitación cardiaca, según otro estudio.

"Los beneficios del ejercicio son probados y verdaderos, ya sea que tengas acceso a la tecnología o no", dijo Kim refiriéndose a las herramientas tecnológicas que ofrecen los programas de rehabilitación del corazón.

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El triatleta Rick Murphy ha estado siguiendo las órdenes de Kim y cumplirá los 20 meses de rehabilitación prescritos. Dijo que su experiencia inspiró a su círculo cercano a hacerse una revisión médica.

"Muchos de mis amigos no podían creer que esto me sucediera siendo un triatleta", dijo. "Puse a pensar a mucha gente".

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