OPINIÓN: Trump no para de hablar de inmigración y aquí te explico por qué

Nota del editor: Michael D'Antonio es autor del libro Never Enough: Donald Trump and the Pursuit of Success (editorial St. Martin's Press). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado muy activo en lo que respecta a la inmigración. Trump suele ser voluble y sombrío y usa el poder de la presidencia para anunciar su miedo y su nerviosismo al país, así como para fomentar esos mismos sentimientos en sus ciudadanos. Hace esto en vez de enfrentar directamente los problemas internos del país (en este caso, un sistema inmigratorio que no funciona desde hace tiempo), provoca a sus bases y las reactiva con este tema divisivo. En este escenario, el arte de gobernar y el liderazgo salen perdiendo y el resultado puede ser una política basada en el miedo.

Lee: Trump urge a México a frenar las "caravanas" de inmigrantes a Estados Unidos

A lo largo de este fin de semana de asueto, Trump publicó una serie de tuits en los que acicateó el miedo (infundado) a un "coco" extranjero que está decidido a cruzar la frontera para cometer delitos violentos. El martes 3 de abril, anunció varias propuestas para abordar este supuesto problema, tales como apostar soldados a lo largo de la frontera con México.

nullLa diatriba inmigratoria de Trump comenzó con un tuit sobre las amnistías que otorgó el gobernador de California, Jerry Brown, a cinco personas que iban a ser deportadas. El tema acababa de tocarse en Fox News, que suele ser la fábrica de escándalos del presidente y sus seguidores.

Trump publicó su tuit durante su estancia en su centro vacacional de Florida, Mar-a-Lago, junto con algunos personajes prominentes actuales y pasados de Fox, tales como Sean Hannity y el exdirectivo, Bill Shine. Lejos de la influencia moderadora del jefe de gabinete, John Kelly, Trump se dio vuelo marinando un guiso político basado en falsedades, creado por gente como Hannity, Shine y otros visitantes como Jeanine Pirro.

Lee: Trump amenaza con acabar el TLCAN si México no frena drogas y migración

Cabe señalar que parece que estas personas que influyen en Trump devoraron The Camp of Saints, una novela de ficción derechista que trata del temor a los inmigrantes y que ha surgido en Fox News en días recientes, incluso en el programa de Carlson Tucker. El Centro Sureño de Leyes contra la Pobreza de Estados Unidos calificó la novela de "la fantasía racista favorita del movimiento antiinmigrante". Lo que quiero decir con esto es que Trump está tomando sus referencias inmigratorias de analistas que se salen de la línea tradicional.

Después de atacar a Brown, Fox reportó incansablemente sobre la "caravana de ilegales que se dirige a Estados Unidos". Cualquier televidente podría llegar a la conclusión de que la invasión era inminente. De hecho, la "caravana" es un viaje anual de más de mil personas que cruzan México para pedir asilo en Estados Unidos. Muchos de ellos afirman que tratan de escapar de la violencia y la inestabilidad política de países como Honduras.

Lee: México busca "diluir" Viacrucis migrantes, dice activista

Solo un propagandista omitiría el contexto de esta caravana para sembrar el pánico. Esto explica la diatriba de Trump sobre que México debe actuar para "detener el gran flujo de drogas y personas". En ese mismo tuit, acusó a los mexicanos de "reírse de nuestras tontas leyes inmigratorias". Se suponía que eso de la risa tenía que hacer ver a las autoridades mexicanas como crueles y malvadas y hacer sentir humillados y furiosos a los estadounidenses.

El dato básico respecto a la inmigración en la frontera sur de Estados Unidos es que son cada vez más los mexicanos indocumentados que se van de Estados Unidos que los que entran, y así ha sido desde hace una década . Trump tiene razón al decir que los cárteles mexicanos tienen la culpa del flujo de ciertas drogas ilegales a Estados Unidos, pero los estadounidenses generan la demanda de esas drogas.

Cualquier persona que tenga dudas sobre la intención de Trump de acicatear la indignación pública solo tiene que consultar su tuit más conciso, que dice: "Cada vez más peligroso. Vienen las 'caravanas'. Los republicanos deben recurrir a la Opción Nuclear para aprobar leyes más estrictas AHORA. ¡NO MÁS ACUERDO PARA EL DACA!".

Las "caravanas" que Trump imagina no son del todo reales. La situación en la frontera no es cada vez más peligrosa. La crisis del DACA (programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, por sus siglas en inglés), que involucra a alrededor de 800,000 jóvenes que se inscribieron en el programa, es obra del mismo Trump . Él canceló el programa. Podría llegar a un acuerdo inmediato si lo reactiva. Pero en vez de eso, ha optado por manipular cruelmente la situación de los beneficiarios del programa y mantener a sus familiares en la incertidumbre.

VIDEO: Mexicanos afirman que el país no debe doblegarse ante las amenazas de Trump

No te equivoques. La única intención de las diatribas inmigratorias de Trump es que no se hable de otra cosa. Esa es su especialidad. Décadas antes de que fuera presidente, Trump publicitaba casinos, desarrollos inmobiliarios, productos para el consumo y su programa de telerrealidad. En todos los casos demostró, al cobrar varios cheques, que la propaganda es buen negocio.

En el mundo de los negocios, la propaganda se conoce con otros nombres como mercadotecnia y publicidad, pero todos los involucrados, incluso el consumidor, saben lo que está pasando. Una empresa de dulces puede decir que su chocolate es "el mejor" y nadie espera que lo demuestre.

Lee: Trump dice que México se aprovecha de las leyes inmigratorias de EU

Sin embargo, los presidentes tienen aún más poder que los empresarios porque pueden moldear directamente las políticas para que se adapten a sus ideologías y Trump ciertamente lo ha hecho. Además de rescindir el DACA, puso fin al Estatus de Protección Temporal para los haitianos, los nicaragüenses y los sudaneses. Prohibió la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de varios países mayoritariamente musulmanes. También redujo las admisiones de refugiados a sus niveles más bajos desde 1980. Usa el poder de su aparato propagandístico para justificar cada decisión.

Desafortunadamente, la propaganda de Trump tiene un costo muy elevado, no solo para los inmigrantes, sino para todo el país, que parece que está cada vez más dividido. En vez de esforzarse por crear políticas responsables y bien pensadas, ha trasladado la carga al pueblo estadounidense, quien debe cuestionar y desmentir sus tuits casi a diario.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión