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¿Están listos los consumidores para adoptar la tecnología 5G?

Desarrollar una infraestructura robusta que soporte la nueva oferta de servicios requiere de una fuerte inversión por parte de los operadores y del gobierno, opina Germán Ortiz.
mié 19 febrero 2020 02:03 PM
Red 5G - 5G - tecnología 5G
Según datos de Statista, más de 70 países a nivel mundial ya están conectados a la tecnología 5G.

(Expansión) – Te encuentras en una sala de espera en el aeropuerto, listo para realizar un viaje de negocios. Tienes tiempo suficiente para ver en tu tableta un capítulo de su serie favorita, la cual disfrutas sin sufrir ningún retraso durante el streaming.

Recibes también un mensaje de tu médico, quien te confirma que tu estado de salud es excelente y que puedes viajar sin problema, gracias a la información sobre tus signos vitales que enviaron los sensores de tu reloj inteligente.

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Haces una pausa para hacer una videollamada con tu equipo para revisar los detalles de una propuesta; comparten imágenes, videos y audios, los cuales llegan a la pantalla de tu dispositivo sin retrasos ni interrupciones.

Que los datos fluyan sin contratiempos y que la conexión móvil sea veloz y confiable en cualquier lugar suena muy bien, ¿cierto? Quizás pronto no tengas que imaginar un escenario así y seas el protagonista de esta historia gracias a la tecnología 5G.

Como la próxima generación de tecnología móvil, se espera que 5G revolucione dramáticamente la conectividad y alcance velocidades hasta cinco veces superiores a las que ofrece actualmente la red 4G/LTE, prevalente en gran parte del mundo.

Su inminente llegada ha creado grandes expectativas. No solo se prevé que mejorará la comunicación entre la gente, sino que también materialice las innovaciones que los individuos y las organizaciones aspiran utilizar en su beneficio. Asimismo, resolvería problemas de interoperabilidad para poder conectar varios dispositivos al mismo tiempo.

Por ejemplo, 5G crearía las condiciones idóneas para utilizar vehículos autónomos de forma eficiente y segura; monitorear en tiempo real la salud de un paciente en estado crítico; o utilizar la información de los sensores de internet de las cosas (IoT) sobre las condiciones de un equipo industrial para anticipar problemas y definir el momento oportuno para darle mantenimiento, entre otras.

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A escala global, aún se realizan pruebas, y se prevé que los operadores lancen algunos servicios en el transcurso de este año, con los dispositivos correspondientes capaces de correr en estas nuevas redes.

Si bien hay avances en algunas regiones del mundo, su implementación se realizaría gradualmente en el transcurso de los próximos 10 años. ¿Cuándo llegará a México la tecnología 5G?, aún no está del todo claro. Tampoco sus beneficios reales acordes a la realidad del país, los costos y la compatibilidad.

Si bien se percibe una gran expectativa alrededor de ella, particularmente por la evolución en el escenario del consumidor móvil en el país –el uso de dispositivos móviles para actividades personales sigue al alza, y las empresas están descubriendo nuevas formas de interactuar con sus clientes a través de ellos–, hay que recordar que la mayoría de los teléfonos móviles que se utilizan corren sobre redes 4G/LTE, o incluso en 3G.

Dar el salto de estas redes a la 5G implica retos importantes en lo que se refiere a la infraestructura y regulación necesarias para disfrutar de sus beneficios. En este sentido, para desarrollar una infraestructura robusta que soporte la nueva oferta de servicios se requiere de una fuerte inversión por parte de los operadores y del gobierno.

Evidentemente, estamos hablando de recursos millonarios cuyos costos se trasladarían a los usuarios finales.

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Lo anterior nos lleva a otro desafío no menos relevante: ¿qué deben hacer los operadores para atraer a los usuarios y cambiar a una tecnología que le brindará grandes ventajas, pero que también podría elevar el costo de sus dispositivos y servicios?

La adopción de 5G no sólo involucra elevar las capacidades de los operadores, sino también motivar la disposición de los usuarios a llevar a cabo la migración.

Observamos un escenario similar en el proceso de cambio a la red 4G. Como entonces, en esta transición habrá suscriptores que estén ávidos de probar la nueva tecnología móvil, pero también quienes actuarán con cautela y esperarán el tiempo que consideren prudente para hacerlo.

Lo mismo ocurriría en el ámbito empresarial, aunque su proceso de asimilación sería más rápido.

Sin duda, en el transcurso de la próxima década veremos importantes avances en la evolución e implementación de 5G en distintas regiones geográficas. México, evidentemente, será parte de ellos, y es probable que existan las condiciones para que en el 2025 haya una oferta comercial viable –infraestructura, dispositivos y servicios– para detonar una adopción más generalizada.

La llegada de 5G es inminente; eventualmente estará a nuestro alcance y la utilizaremos para ser más eficientes en nuestros trabajos, mejorar la manera en que nos comunicarnos, cuidamos nuestra salud e incluso para entretenernos y jugar a un nuevo nivel.

Como todo cambio en el ámbito tecnológico, requiere de un periodo de maduración y aceptación. Por supuesto, es un buen momento para comenzar a prepararnos.

Nota del editor: Germán Ortiz es Socio Líder de Clients & Industries en Consultoría, Deloitte México. Las opiniones expresadas en esta columna pertencen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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