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La reactivación económica se hará a mi modo

Para muchos empresarios la mejor táctica es seguir aquella máxima que dice que, de lo perdido, lo recuperado, opina Jonathán Torres.
mar 25 agosto 2020 01:00 AM

(Expansión) – Constellation Brands fue solo una muestra del modelo de pensamiento que se está imponiendo. Ahora, el episodio tendría lugar en Sinaloa. Una inversión superior a los 1,200 millones de dólares estaría sujeta a una consulta ciudadana. Gas y Petroquímica de Occidente, filial en México de Grupo Proman, el productor de metanol más grande del mundo, pretende construir una planta de fertilizantes. Pero el presidente ha sugerido una consulta popular porque hay grupos, dice, que no la aceptan.

La pandemia que ha tirado la economía no ha sido razón suficiente para cambiarle una coma a la estrategia para reactivarla. Cero apoyo fiscal para las empresas, solicitar deuda ni pensarlo. Lo que ha quedado al descubierto es que el pueblo bueno no es el factor de decisión. Es la política. ¿Hasta cuándo? ¿Hay señales de que eso cambie?

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El lunes 17 de agosto, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que su gobierno realiza un proceso de consultas con los empresarios para afinar un nuevo proyecto de reactivación económica. Sin embargo, la incertidumbre domina en el sector privado. Sí, ha habido consultas pero la mayoría de los empresarios sostiene que el próximo anuncio presidencial será insuficiente y decepcionante.

La reforma a las Afores es solo un caramelo. El plan anunciado estará envuelto en el contexto del II Informe de Gobierno, por lo que estará inspirado fundamentalmente en la tesis política que ha dominado recientemente. Sí, bienvenidos los negocios, pero sólo aquellos que no atenten contra la tesis del presidente y de nadie más.

Las llamadas consultas con los empresarios han servido para el registro, mientras que los secretarios de Estado no son tomadores de decisión (mucho menos de riesgos). El mensaje será muy claro: la reactivación económica se hará a mi modo.

Tres elementos paralelos habrá que considerar ante la nueva reactivación económica:

- Uno, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021 favorecerá aquellos proyectos de infraestructura ligados a un apoyo electoral.
- Dos, con este PEF el presidente se jugará su carta más importante para dotar de continuidad a su proyecto.
- Tres, el deterioro económico es de tal magnitud que la pregunta está en saber si la llamada cuarta transformación tendrá el tiempo suficiente para desplegar y rendir resultados con su plan, antes de que pudieran ocurrir inconformidades sociales.

Andrés Manuel López Obrador argumentará que su estrategia ha sido la correcta, que se acabó el rescate a “los de arriba” y que la prosperidad tiene “que llegar abajo”. Vendrán las reacciones, pero no necesariamente encendidas. No se espera la aplicación de dos medidas clave para la reactivación: apoyo a las empresas y más deuda publica.

Se escucharán voces que tronarán contra el alcance de los planes de infraestructura, contra el embate a la industria de alimentos, contra las consultas a modo. Es muy posible que haya una condena si el plan no es integral y si éste solo le da un espaldarazo al presidente. Pero hasta ahí.

Las reuniones del sector privado con el presidente ya no provocan entusiasmo. Incluso, cada día resulta más difícil descifrar la mejor forma de endurecer la narrativa, sin dejar de tener interlocución. Para muchos empresarios la mejor táctica es seguir aquella máxima que dice que, de lo perdido, lo recuperado.

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Otros creen que el manotazo sobre el escritorio podría darse en las elecciones intermedias del próximo año. Como sea, es posible detectar la diversidad de intereses, pero sobre todo la falta de contundencia del sector privado producto de su pulverización.

Bajo este contexto no se visibiliza un golpe de timón en la estrategia del presidente. El punto de inflexión podría venir si Andrés Manuel López Obrador observa una baja en su popularidad, una creciente inconformidad social por el desempleo y la crisis económica. Pero por lo pronto todo está perfectamente calculado ya que, cuando los ataques se intensifican, surgen los distractores, los fuegos artificiales que iluminan el circo en el que se ha convertido la política mexicana.

Evitemos caer en el engaño de un circo político. Por el bien de todos.

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Los escarceos entre empresarios y el Poder Legislativo son inminentes. Se espera que en próximos días se dé a conocer el establecimiento de un Parlamento Abierto para discutir los ingresos y egresos para 2021. Se trata de una buena noticia considerando la pertinencia de conocer las posturas de todos los grupos de interés.

Sin embargo, entre las cartas de los legisladores está cuestionar a empresarios que, en su opinión, no son nacionalistas y no entienden que los negocios deben enmarcarse bajo los principios de un nuevo régimen. El ala dura del Congreso afila sus cuchillos.

Nota del editor: Jonathán Torres es periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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