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Camino a un angustiante cierre de año

En el sector privado hay mucha, mucha preocupación ante la carencia de un plan que los involucre para saber qué hacer cuando el repunte de contagios esté aquí, apunta Jonathán Torres.
lun 26 octubre 2020 11:59 PM

(Expansión) – El peligro sigue aquí. En ningún momento se ha ido y toma fuerza cuando registra mayor vulnerabilidad en sus víctimas. La economía mexicana y las condiciones de salud de sus habitantes son presa fácil para el COVID-19, cuyos efectos podrían incrementarse en las próximas semanas ante el repunte de contagios, pero sobre todo por la falta de una estrategia que contrarreste la cifra de muertos y evite un golpe más severo para las finanzas de todos. El cierre de 2020 es de pronóstico reservado.

La influenza, la temporada invernal, la debilitada salud mental, la primera ola de la pandemia que se resiste a bajar. Los profundos desequilibrios provocados por la recesión, la falta de coordinación de alto nivel, la crisis del empleo. Todo eso puede descomponer aún más las condiciones económicas y de salud de millones de mexicanos. Todo eso deja la sensación de que lo peor está por venir.

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¿Qué nos espera en salud? Junto con la influenza, se acerca una depresión estacional que se manifiesta a través de una reducción en la intensidad luminosa, lo que provoca cambios emocionales y la sensación de tristeza y melancolía. Por su parte, la Navidad desata estresores en muchas personas, al tiempo que la pandemia ha dejado consecuencias fatales en muchas familias. Habrá entonces una conjunción de duelos que podrían derivar en estrés postraumático, consumo de sustancias que modifiquen el estado de conciencia, antidepresivos y hasta suicidios.

El saldo del prolongado confinamiento, además, ya está impactando en la salud mental de muchos y pensar que el encierro continuará puede generar una extraña (y peligrosa) sensación de libertad y rebeldía. Según la valoración de médicos, después de más de 7 meses de permanecer en casa es muy posible que muchas personas decidan salir a la calle y guardar en el cajón su miedo al contagio. Mención aparte para quienes piensan que la pandemia es una invención política y no han seguido las medidas de prevención. El repunte de contagios podría venir por ahí.

El curso económico dependerá del alcance de la estrategia para evitar un disparo en la estadística de contagios. Pero, si no hay ajustes y no se aprende de los errores cometidos en la gestión de la primera etapa de la pandemia habrá que revisar las estimaciones económicas. Después de algunos meses de una leve recuperación, podríamos volver a caer, lo que implicaría prepararnos para un invierno austero y crudo, y un lento primer trimestre de 2021.

En el sector privado hay mucha, mucha preocupación ante la carencia de un plan que los involucre para saber qué hacer cuando el repunte de contagios esté aquí. El aumento de pruebas y el rastreo de casos, que han demostrado su eficacia en otros países, siguen sin ser considerados en México, al tiempo que la angustia atrapa a muchas empresas ante la carencia de información frente a lo que podría ser un repunte en los contagios de COVID-19.

El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico se pronuncia por tener claros los sectores estratégicos para contener el segundo avance del COVID-19; por ejemplo, definir sectores y sus cadenas de valor para asegurar que la recuperación inicie en abril de 2021, así como una coordinación entre la Federación, gobernadores, alcaldes, empresarios, sindicatos y sociedad civil para que el uso de los semáforos por entidad federativa no afecte la creación de empleos y el suministro de bienes y servicios.

Va más allá pues sostiene que los países socios del T-MEC, entre ellos México, deberían pensar ya en los sectores que Norteamérica debe considerar sí o sí como estratégicos, imposibles de detener ante un cierre de actividades.

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La economía mundial sale lentamente del abismo ante la pandemia, según el FMI

Ya se visibilizan los semáforos rojos. Chihuahua retomó medidas de restricción, Nuevo León contempla usar la fuerza pública para evitar fiestas y reuniones, Durango ha endurecido las políticas en el transporte público, la Ciudad de México está en semáforo naranja con alerta. Un nuevo cierre de la economía ya no es viable, pero lo que sí es posible es definir los criterios para generar entornos seguros y saludables en tiempos de COVID-19.

Ya con casi 8 meses de esta circunstancia sanitaria, conocemos el viaje del virus, por lo que contamos con información para saber cómo actuar. La pandemia y sus fatales impactos nos han dejado muchas enseñanzas. Sería una absoluta irresponsabilidad no entenderlo. Urge una estrategia para la segunda temporada de la pandemia.

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La política también tiene un espacio en este cuento. La Alianza Federalista conformada por gobernadores críticos a la llamada cuarta transformación, que ya empezaron a registrar un alza de contagios, endurecerán su narrativa alrededor de la estrategia oficial contra la pandemia. Cuestionarán los semáforos emitidos por la Secretaría de Salud y definirán la estrategia a seguir en cada una de sus entidades. La pandemia alimentará un capítulo más de la historia negra del actual federalismo.

Nota del editor: Jonathán Torres es periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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