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El 'doblete' laboral en los nuevos formatos de trabajo

El empleador confía en el compromiso de su colaborador pero, cuando éste tiene dos empleos al mismo tiempo, ¿en cuál de los dos trabajos está más comprometido?
vie 21 octubre 2022 12:02 AM
El “doblete” laboral en los nuevos formatos de trabajo
¿Qué hay cuando, gracias a las facilidades que el trabajo remoto permite, los colaboradores tienen dos empleos que atienden al mismo tiempo? Dos trabajos simultáneos a los cuales tienen que responder, poner atención y entregar resultados, plantea Fernanda Zenizo.

(Expansión) - El teletrabajo y la nueva regulación elaborada por las autoridades correspondientes que lo regirá recientemente entraron en vigor. Esto significa que las empresas tendrán que cumplir con una serie de condiciones establecida por el gobierno para poder ofrecer la flexibilidad que sus colaboradores, primordialmente, necesitan y quieren para trabajar de manera remota.

Entre otros aspectos, se considera que de parte de los empleadores se validen las condiciones de seguridad y salud del trabajo a distancia, que estos proporcionen los insumos necesarios para el adecuado desempeño del trabajo desde casa y que ofrezcan capacitaciones en la modalidad de teletrabajo sobre las condiciones de seguridad y salud.

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En otras palabras, hay un esfuerzo por parte de las organizaciones para que sus colaboradores puedan laborar de la mejor manera en el modelo del teletrabajo. Algunas lo harán y se adaptarán mejor que otros, pero eso amerita una discusión aparte.

Pero, ante esta flexibilidad laboral, del lado de los colaboradores, más allá de una obligación laboral, ¿todos están correspondiendo de la misma manera a sus empleadores? Procuro entrar a detalle.

Un fenómeno que se ha observado durante la pandemia y la flexibilidad que permite la modalidad del home office es el aumento de riesgos en distintos frentes de las empresas. El primero de ellos y el más mencionado: la ciberseguridad. El que no existieran muchos procesos o controles para garantizar un trabajo remoto con menor riesgo a las redes privadas de las empresas, así como modalidades de criminalidad como el phishing o ransomware, entre otros, es falla por parte de la empresa, pero también hay una responsabilidad del lado de los trabajadores.

Otra situación es, y que ya hemos comentado en anteriores colaboraciones, es el aumento de incidentes de deshonestidad y un descenso lento pero constante en la productividad de los equipos de trabajo que se ha ido cubriendo en gran medida por los líderes de los equipos a los que pertenecen.

Pero ¿qué hay cuando, gracias a las facilidades que el trabajo remoto permite, los colaboradores tienen dos empleos que atienden al mismo tiempo? Dos trabajos simultáneos a los cuales tienen que responder, poner atención y entregar resultados. Y a veces, el mismo trabajo laborando para dos empresas que encima son competidoras en un mismo mercado.

Aunque los empleadores saben que la asistencia a la oficina no necesariamente garantiza mayor productividad o que los empleados trabajen el tiempo por el que pagan (aún con la consideración de que lo importante son los resultados), al menos en los modelos presenciales existía una supervisión más directa (monitorear el comportamiento de las personas) y modelos de control que ayudaban a la gestión de los tiempos para alcanzar los resultados planteados para el negocio. Puntos que podrían agravarse si no hay un compromiso por parte del empleado.

Y si a lo anterior le sumamos lo siguiente, que un colaborador trabaje en dos empresas distintas, con responsabilidades, condiciones y sueldos similares. Es decir, que aplica el comúnmente conocido “doblete” laboral. Los tiempos de entrega de resultados podrían verse afectados, así como el compromiso del colaborador hacia la organización, se tiende a priorizar los resultados de una organización sobre la otra, a utilizar herramientas e información del primer trabajo para cumplir con los resultados del segundo, entre otras tantas situaciones que al final ponen en riesgo el modelo de la o las organizaciones. Y creo importante hacer esta pregunta: ¿Es correcto?

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Se sabe que el contexto económico y social actual ha generado un alto grado de incertidumbre para los colaboradores. La preocupación por la salud se suma como un factor de estrés para los empleados. Los mensajes constantes de relativismo moral que van causando que cada vez más personas tengan dificultad para diferenciar lo correcto de lo incorrecto. Y cuando el fin justifica los medios, ¿qué nos detiene entonces para ser deshonestos en nuestro trabajo?

El empleador confía en el compromiso de su colaborador, pero, durante este “doblete”, ¿en cuál de los dos trabajos está más comprometido? ¿Realmente hace todo lo que tiene que hacer? ¿Compromete los intereses de alguna de las empresas? ¿Lo informa a ambos empleadores? ¿Estos están de acuerdo?

Para esto, y como he reiterado en anteriores colaboraciones, nunca dejará de ser importante el monitoreo y atención constante que los encargados de la gestión del capital humano en las organizaciones deben de realizar ante esas llamadas banderas rojas que puedan surgir en sus colaboradores. Es importante cuidar a quien nos cuida, y cuando las organizaciones ponen a las personas al centro (a través de sus esquemas flexibles, programas especiales, conservación del empleo, etc.) es importante que los colaboradores correspondan de la misma manera.

Nota del editor: Fernanda Zenizo es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por parte de la Universidad del Valle de México. Actualmente se desempeña como Directora General de Intelab. Actualmente es Vicepresidente de Gestión de Comités Técnicos en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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