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Dólares a la mano

Eventualmente llegará el momento en que, fuera de la numismática, las monedas viejas y los billetes desmonetizados serán, ahora sí, cosa del pasado.
mié 09 noviembre 2022 12:02 AM
Dólares a la mano
La tecnología está cambiando las cosas y generando alternativas. La gente seguirá adquiriendo dólares como protección y querrá tenerlos a la mano, señala Diego de la Campa.

(Expansión) - Comprar dólares y tener un fondo listo para usarlo en caso de emergencia representa una previsión que cobra mucho sentido cuando se toma en cuenta la posición geográfica de México, vecino de Estados Unidos, así como la historia de inflación y devaluaciones en el país. Es una especie de seguro personal o familiar fuera del sistema financiero, con las ventajas y los riesgos de guardar billetes en casa.

El Portal del Mercado Cambiario del Banco de México (Banxico) ofrece documentos, datos y gráficas que mueven a la reflexión en ese aspecto. Por ejemplo, si el 23 de diciembre de 1994 -un día después de que se implementó el régimen de libre flotación que permanece a la fecha- alguien hubiera comprado 1,000 dólares a 4.73 pesos por unidad habría pagado 4,730 pesos. Y si el 1 de noviembre de 2022 ese alguien hubiera vendido los 1,000 dólares, digamos, a 19.00 pesos por cada billete verde se habrían convertido en 19,000 pesos.

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Esos números pueden parecer poco impresionantes como inversión, pero cuando se piensa en esos dólares como cobertura y fondo para emergencias el escenario cambia. Si en lugar de comprar dólares una persona hubiera guardado esos 4,730 pesos en una caja fuerte hoy tendría… la misma cantidad, en billetes de la Familia C en proceso de retiro y con la ironía de denominarse ¡nuevos pesos! Ni hablar ya de efectos inflacionarios.

Los contrastes entre pesos y dólares sorprenden. Por ejemplo, los billetes de 1,000 pesos puestos en circulación en 1978 (de la Familia AA, con el retrato memorable de Juana de Asbaje o Sor Juana Inés de la Cruz pintado por Miguel Cabrera) estaban en proceso de retiro en 1992. “Actualmente están desmonetizados por pertenecer a la unidad monetaria que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de 1992; esto significa que ya no son válidos para realizar transacciones por carecer de poder liberatorio'', señala el Banxico.

En cambio, sobre el dólar, el sitio en Internet de la Reserva Federal de Estados Unidos aclara a sus visitantes: “no tiene que cambiar sus billetes de diseño anterior por otros nuevos. Toda la moneda estadounidense sigue siendo de curso legal, independientemente de cuándo se haya emitido”.

Más aún, el Programa de Educación sobre la Moneda de Estados Unidos aclara, en su sitio web, que es política del gobierno de ese país que todos los diseños de la moneda “sigan siendo de curso legal o legalmente válidos para hacer pagos, independientemente de cuándo fueron emitidos. Esta política incluye todas las denominaciones de moneda de la Reserva Federal, desde 1914 hasta ahora”.

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Los frascos y tazones repletos de monedas y billetes antiguos de diversas denominaciones que se venden en muchos bazares de antigüedades de la Ciudad de México no pasan desapercibidos. Hacen pensar cómo esos pesos, literalmente miles, terminaron ahí. ¿Por qué no fueron gastados, en cualquier cosa? ¿Por qué no fueron depositados en el banco? Las inflaciones y devaluaciones son los sospechosos habituales. Pero, ¿por qué no fueron cambiados por dólares?

Llama la atención también ver pesos mezclados con pennies, nickels, dimes, quarters, halfs y, algunas veces, monedas de un dólar. Aleaciones metálicas mexicanas se ofrecen con dinero actual de Estados Unidos. Más de una casa en México tiene rincones donde aún hoy pueden encontrarse pesos antiguos y billetes desmonetizados. Y, sin embargo, por la frecuencia con que se presentan por aquí y por allá, uno puede atreverse a calcular que en toda la ciudad hay desperdigados algunos miles de dólares en monedas estadounidenses. Si tan sólo fuera posible juntarlas y regresarlas allá…

Para el ciudadano promedio las opciones para comprar dólares se limitaban a los bancos y las casas de cambio, o a vivir en la franja fronteriza con la posibilidad de abrir una cuenta en esa moneda. La tecnología está cambiando las cosas y generando alternativas. La gente seguirá adquiriendo dólares como protección y querrá tenerlos a la mano. Y los tendrá, aunque quizá en una forma distinta. Eventualmente llegará el momento en que, fuera de la numismática, las monedas viejas y los billetes desmonetizados serán, ahora sí, cosa del pasado.

Nota del editor: Diego de la Campa es fundador y CEO de Dollarize. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

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