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Organizaciones denuncian poca transparencia en estrategia ambiental

Organizaciones civiles piden al gobierno dar a conocer los contratos y convenios firmados para proteger los bosques del país
lun 31 enero 2011 08:59 PM
comunidades forestales
comunidades forestales comunidades forestales

La participación de las comunidades, ejidos forestales y de la sociedad en la conformación de la Estrategia Nacional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD+) depende de que el gobierno de México implemente una estrategia de comunicación efectiva, denuncian organizaciones de la sociedad civil.

Los representantes de la campaña Las Comunidades Cuentan + explicaron que, aunque se reconocieron los derechos sobre propiedad social de la tierra, el derecho al uso sustentable de los recursos forestales y la necesidad de construir de manera incluyente el mecanismo REDD+, no existe información pública sobre las acciones que firma el gobierno con otros países e instituciones internacionales .

"En México no se ha dado a conocer de manera pública qué contratos se están firmando con el Banco Mundial, a qué se compromete el gobierno mexicano en ellos, cuáles son los proyectos piloto REDD que se implementarán con dichos contratos, qué involucra el proyecto, en cuántas y cuáles comunidades se implementará; cómo se destinarán dichos recursos y de qué manera beneficiarán a las comunidades y ejidos forestales”, aseguró Claudia Gómez-Portugal, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, en un comunicado.

Y añaden que las comunidades forestales son dueñas de más del 70% de los terrenos forestales en México, por lo que deben tener la información sobre las decisiones que se toman de sus propiedades.

El 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan en México son consecuencia del cambio de uso de suelo. La mayoría, por pérdida de terreno forestal y selvático, que se convierte en tierras para uso agropecuario, según la Comisión Nacional Forestal .

México pierde cada año una superficie boscosa mayor que el territorio poblado de la Ciudad de México, sin considerar su área conurbada, que suma 147,900 hectáreas.

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Las emisiones provenientes de la tala y la degradación de bosques suponen la tercera fuente de emisiones, detrás de lo que producen los transportes y la generación de energía eléctrica.

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