Las energías alternativas cobran protagonismo por la crisis de nuclear
Mientras el terremoto y tsunami en Japón arrasaron con la planta de energía nuclear en Fukushima Daiichi , las turbinas éolicas cercanas en la Granja de Viento Takine Ojiroi hicieron el trabajo para el que fueron diseñadas: se tambalearon, se detuvieron, se revisaron electrónicamente y se reiniciaron automáticamente.
"Salvo una turbina que estaba muy cercana a la planta nuclear, las demás estaban en funcionamiento después del temblor", dijo Sean Sutton de Vestas, el mayor fabricante del mundo de turbinas de viento generadoras de electricidad.
"Pudimos monitorear la turbina dañada de forma remota", añadió. Incluso ahora, las turbinas están generando energía a pesar de que están aisladas en la zona de exclusión nuclear.
Como fuente de poder, la energía eólica es lo más limpia, segura y a prueba de terremotos que tenemos disponible, el problema es que sólo genera una fracción de toda la energía que se necesita en Japón.
Comparado con los 4,696 MW que generan los seis reactores nucleares de la planta nuclear en Fukushima Daiichi, las 23 turbinas de Takine Ojiroi pueden producir 46 MW, suficiente para 30,000 hogares.
Con sólo el 1% de la capacidad del Leviatán nuclear a unos kilómetros de distancia, la granja de viento es un microcosmo de la contribución eólica a la mezcla de energía japonesa.
Actualmente Japón obtiene el 27% de su energía de carbón, 26 de gas, 24 nuclear, 13 de petróleo y ocho de agua. El 2% restante está entre energía renovable como estaciones de energía termo eléctricas, solares y eólicas.
Mientras que a las compañías de energía renovable les cuesta trabajo admitirlo y Japón sigue haciendo la cuenta de cuerpos por el terremoto, la crisis nuclear en Fukushima puede ser lo mejor que le haya pasado a ese sector.
La semana pasada, los precios en acciones de energía renovable subió hasta el 10%. Las compañías nucleares se hundieron en China, que tiene el compromiso más grande del mundo con la energía nuclear con 13 plantas en operación y más de 27 en tuberías, anunció que suspendería la aprobación para proyectos de nuevas plantas nucleares.
Alemania también ha suspendido su programa nuclear y ordenó cerrar siete plantas viejas durante la moratoria. Al mismo tiempo Berlín ha impulsado el financiamiento gubernamental para energía renovable de 300 millones de euros a mil millones.
Las compañías de energía renovable admiten que sus fortunas están relacionadas con los caprichos del mercado petrolero. Cada alza sostenida en los precios parece regenerar interés e inversión en energía alternativa. Este decae cuando los precios del petróleo bajan a niveles accesibles.
"Supongo que es el momento adecuado para evaluar las opciones", opinó Sutton, cuya compañía danesa tiene su sede en Asia en Singapur. "La energía eólica comparada a otras fuente es segura, rápida, predecible y limpia, además se puede desplegar rápidamente".
Dijo que el gobierno japonés estaba revisando las tarifas estancadas en energía eólica, una forma de subsidio del gobierno bajo la cual generadores de energía alternativa, incluida la energía solar generada en casas, reciban una prima por aportar energía a la red.
Con el gobierno japonés considerando grandes proyectos de granjas eólicas marinas, que podrían generar hasta 1,000 MW de energía, las compañías de este sector apuestan al sólido crecimiento de Japón.
“Antes, el gobierno estaba bastante divido en este tema, pero ahora creo que es el mejor momento, tras esta crisis nuclear, para iniciar con las primas en tarifas de energía eólica”, dijo Sutton.
El Santo grial del sector alternativo es lo que se conoce en la industria como una paridad, en donde se vuelve igual de barato comprar energía eólica que solar como comprar cualquier otra energía de la red. Sin primas en las tarifas el sueño de esta paridad está muy lejos.
Japón ya tiene primas en las tarifas para energía solar y es el tercer más grande productor de esta energía, atrás de Alemania y España. Sin embargo, tiene planes ambiciosos de crecer en el sector, con proyecciones optimistas que lo ponen con una mezcla de energía del 10% para el 2050.
Aunque las alternativas puedan parecer emocionantes, la respuesta del futuro energético japonés necesita venir de fuentes más tradicionales, según Ivo Bozon, un analista líder de energía en McKinsey & Company.
“Se necesita un compromiso de largo plazo para obtener la escala necesaria en energía renovable y producir cantidades significativas de energía", dijo Bozon. “Hay límites físicos para la energía renovable, con energía eólica dependiente de los vientos costeros y con la solar es el espacio y la luz”.
“El mayor impulso de esto es probable que sea en gas, especialmente en Japón y China, donde tienen la escala para poner estas plantas en funcionamiento", dijo.
La biomasa, combustibles producidos de fuentes biológicas como aceite de palmera, también parece haber generado nuevo interés mientras el péndulo se aleja de la energía nuclear.
“Creo que todos los países estarán replanteando su compromiso nuclear en vista de estos eventos. Como mínimo podría haber retrasos", señaló Bozon.