Diversos países del norte discuten el futuro del Ártico y sus recursos
Los líderes de los países del Ártico se reúnen esta semana en Groenlandia para trazar un plan de cooperación a medida que el calentamiento global dé lugar a una competencia por el petróleo, minerales, pesca y navegación en la última frontera del planeta.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se sumará a los ministros de Relaciones Exteriores de otros siete países del Ártico en la pequeña localidad de Nuuk, en Groenlandia, para una reunión del Consejo del Ártico que se centrará en los próximos pasos para una región donde el alza de temperaturas está creando enormes desafíos y desbloqueando recursos inutilizados.
El consejo incluye a Estados Unidos, Canadá, Rusia, Noruega, Finlandia, Islandia, Suecia y Dinamarca, que maneja los asuntos exteriores de Groenlandia, además de los grupos que representan a los habitantes indígenas más directamente afectados por la falta de hielo y nieve.
"Es una reunión importante, pero también un símbolo de algunos de los grandes desafíos que afronta el Ártico", dijo el subsecretario de Estado de Estados Unidos, James Steinberg, a una audiencia de expertos en Washington el lunes.
"Hay intereses muy importantes en juego en el Ártico, pero es una oportunidad para encontrar nuevos patrones de cooperación", dijo.
Hay cada vez más pruebas de una transformación climática en el Ártico, donde las temperaturas están ya en los niveles más elevados de los últimos 2,000 años y están subiendo mucho más rápido que en otras partes del mundo.
Las compañías petroleras están alerta ante el potencial del Ártico, que el instituto geológico estadounidense estima que puede albergar el 25 por ciento de las reservas de gas natural y crudo no descubiertas.
Entre las firmas que han puesto sus ojos en el Artico están Royal Dutch Shell, ConocoPhillips, Exxon, la noruega Statoil y el grupo estatal ruso Rosneft.
La navegación global está adaptándose también a las nuevas condiciones. Las rutas bloqueadas por el hielo como la del Mar del Norte, al norte de Rusia, y el Paso Noroccidental a lo largo de Canadá se han vuelto cada vez más navegables -recortando el tiempo para el transporte pero planteando cuestiones sobre la forma en que la región será gestionada.
El consejo discutirá un plan para dividir la responsabilidad de los servicios de rescate en la región del Ártico, un paso seguido de cerca por las compañías de navegación y las petroleras que buscan expandir sus operaciones.
También debatirán las reglas para admitir a delegaciones de observadores en el consejo, que podría ver cómo potencias que no pertenecen al Ártico, como China, se sientan a la mesa, y podría debatir dónde debería tener el Consejo del Ártico su secretaría.
Las autoridades estadounidenses dicen que también están impulsando una iniciativa más amplia sobre actividades petroleras y gasísticas en la región, incluyendo cómo tratar potenciales derrames de petróleo.
"Creo que será una discusión explícita cómo dar los próximos pasos y abordar de forma cooperativa algunos de los asuntos de gas y petróleo en sus costas", dijo el subsecretario del Interior de Estados Unidos, David Hayes, en una intervención ante la prensa.
Heather Conley, experto en el Ártico del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que el consejo estaba tratando de reforzar un papel de gobierno que podría permitirles tomar acciones sobre asuntos de peso.
"Nos estamos dando cuenta de que la actividad humana y comercial está yendo hacia un incremento significativo mientras el hielo polar retrocede. No tenemos suficiente actividad para mantener esta creciente actividad", dijo.
Los grupos ecologistas dicen que los desafíos del Ártico exigen acciones mucho más agresivas en todo, desde las cuotas pesqueras a patrones internacionales para desarrollos de gas y petróleo en una región delicada y prístina.
"Hay una pequeña ventana de oportunidades para proteger ecosistemas importantes y vulnerables antes de que las industrias se atrincheren", dijo Lisa Speer, directora del programa internacional de océanos del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales en Nueva York.
El Consejo del Ártico a menudo es criticado por poco efectivo, en parte porque sólo puede actuar cuando las decisiones se toman de forma unánime.