Brasil acepta ayuda para seguir con investigaciones en la Antártida
Brasil aceptó la ayuda ofrecida por otros países sudamericanos con bases en la Antártida para poder continuar con sus estudios científicos sobre el continente blanco, mientras reconstruye la estación destruida por un incendio, afirmaron fuentes oficiales.
Celso Amorim, ministro brasileño de defensa, aceptó la posibilidad de usar provisionalmente infraestructuras de otros países al recibir en Río de Janeiro a 41 investigadores y marinos que se encontraban en la base en el momento del incendio, que dejó dos militares muertos y uno herido.
Los 26 investigadores, 13 militares de la Marina, un fiscal del Ministerio de Medio Ambiente y un alpinista, llegaron en un avión Hércules enviado por la Fuerza Aérea Brasileña a Chile.
En el mismo vuelo llegó el sargento de la Marina Luciano Gomes Medeiros, quien resultó herido cuando ayudaba a apagar el incendio y se encuentra ya fuera de peligro.
El avión despegó desde Punta Arenas, la ciudad chilena a la que fueron trasladados los brasileños por un avión argentino tras ser rescatados.
Sólo permanecieron en la Antártida 14 militares que trabajan en la evaluación de los daños provocados por el incendio y en la investigación sobre las causas del accidente.
Amorim afirmó que la reconstrucción total de la base demorará al menos dos años, pero Brasil no puede suspender sus investigaciones en la Antártida durante tanto tiempo.
Según la Marina brasileña, responsable de la Estación Antártica, el incendió destruyó el 70% de las instalaciones de la base, ubicada en la isla del Rey Jorge.
El fuego consumió parte de los laboratorios y todo el material para estudios recopilado en el verano y que debía servir de base para investigaciones durante todo el año.
Amorim dijo que iniciarán las discusiones con los diferentes organismos que forman parte del Programa Antártico Brasileño para determinar el inicio de la reconstrucción de la base lo más pronto posible.
Julio Soares de Moura Neto, comandante de Marina, recibió a los supervivientes en Río de Janeiro, y aseguró que la base en la Antártida será reconstruida a partir del próximo verano.
Según Amorim, la nueva base tendrá medidas de seguridad mayores para evitar otros incendios.
"No quiero anticiparme a las investigaciones, pero no hay ningún indicio de que el incendio pudiese haber sido prevenido. La nueva base será lo más segura posible. Se trata de un ambiente difícil, inhóspito y sujeto a accidentes, que intentaremos minimizar de manera absoluta", afirmó.
El ministro agregó que la Fuerza Aérea envió otro avión a Chile para traer los cadáveres del suboficial Carlos Alberto Vieira Figueiredo y del sargento Roberto Lopes Dos Santos, quienes murieron en el incendio, y que la previsión es que lleguen a Brasil el martes.