Shanghái planea sacar de los caminos unos 60,000 vehículos para 2014
La capa de smog que cubre constantemente a la ciudad de Shanghái, la capital económica de China, ha colocado el tema de la contaminación en el centro de atención de las autoridades locales, quienes anunciaron una inversión de 1,630 millones de dólares para combatir este problema.
Esto supone un aumento de un 40% sobre el presupuesto combinado de los últimos tres años para afrontar el problema, anunció la Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái, de acuerdo con la agencia oficial Xinhua.
Las autoridades han empezado a reaccionar, y a partir de junio Shanghái se convertirá en la primera ciudad del país que hará más rigurosa la medición de partículas contaminantes en el aire.
Las autoridades invertirán en ayudar a las centrales térmicas a recortar sus emisiones contaminantes y a sustituir sus chimeneas por otras fuentes de generación de energía más limpias.
Además se invertirá para aplicar en 2014 estándares de emisiones en las carreteras, similares a las que tiene la Unión Europea con la legislación Euro V, sobre la reducción de las emisiones en vehículos ligeros, lo que se supone que sacará de las calles a más de 60,000 vehículos altamente contaminantes.
De cifras proporcionadas recientemente por la propia prensa oficial se deduce que los vehículos que no cumplirán la normativa china para 2014 rondarán todavía los 220,000.
La obligación formal de cumplir con los nuevos estándares de emisiones establecidos en la legislación China V (que emula a la ley europea), reduciría la cantidad de dióxidos sulfurosos que liberan los vehículos en cerca de un 80% en comparación con los estándares China IV, que se imponen, teóricamente, en la actualidad.
La contaminación se ha convertido en una de las preocupaciones y fuentes de descontento y crítica social más acusadas de los últimos meses en las grandes ciudades del país, donde cada vez se habla más abiertamente del problema, incluso en los medios oficiales.
Según el Ministerio de Protección Medioambiental chino, el 40% de las 113 ciudades más grandes de China, cada una de ellas con millones de habitantes, sufre niveles de contaminación superiores incluso a los laxos límites oficiales que marcan las leyes medioambientales del gigante asiático.
En Shanghái muy a menudo una espesa neblina envuelve los más de 15,000 rascacielos de la ciudad, cuyos habitantes sufren con frecuencia tos seca, irritación de ojos, dificultades para respirar y fatiga.
Las partículas que se encuentran en la capa de contaminación pueden alojarse en las profundidades de los pulmones e incluso entrar en el flujo sanguíneo, lo que a largo plazo puede causar un grave deterioro de la salud e incluso la muerte de los afectados.
Las autoridades locales anunciaron también que el 25% de las partículas PM2.5 de la ciudad, que acoge el mayor puerto del mundo, proviene de los motores de vehículos terrestres y barcos.