Turquía quiere crear un 'parque hábitat' para animales callejeros
Ha pasado más de un siglo desde que los residentes de Estambul permanecían en vela por los aullidos de decenas de perros callejeros.
Los perros fueron capturados y enviados a una isla desierta en el Mar de Mármara en donde murieron de hambre, todo parte de un esfuerzo del gobierno por modernizar la ciudad.
Pero las historias que rodean a la llamada Gran Masacre Canina de 1910 aún están frescas en las mentes de los activistas de derechos animales en Turquía. Actualmente, los activistas hacen protestas masivas en contra de la propuesta de un candidato de crear “parques de hábitat natural” para perros y gatos callejeros en las áreas urbanas de Turquía.
Dicen que estos parques realmente serán campos de concentración para los animales callejeros.
“Es una ley que podría matar a miles de perros, gatos y otros animales pequeños”, dijo Michael Halfie, personalidad de televisión que se unió a miles de manifestantes, muchos de los cuales marcharon con sus perros por las calles del centro de Estambul a finales del mes pasado. “Ahora somos las nuevas voces de estos maravillosos animales que no pueden ser escuchados”.
Los que apoyan la propuesta insisten que esta ley protegerá a estos animales, que son abandonados a su suerte en las calles de la ciudad.
“El propósito de la ley es asegurar una vida cómoda para los animales y que sean bien tratados”, de acuerdo con el ministro del gobierno que escribió la ley Draft 5199. El ministro también dijo que la iniciativa “asegurará que sean protegidos lo mejor que se pueda de los malos tratos, el dolor y el sufrimiento”.
En semanas recientes, activistas de derechos animales han presentado protestas duras en Estambul y en más de una docena de otras ciudades a lo largo de Turquía, criticando la legislación propuesta antes de que sea presentada para el voto parlamentar.
“Estoy aquí solo porque amo a los animales. No son animales para mí, son como mis hijos”, dijo Ronali Perihan.
Perihan, actriz y cantante de películas turcas de las décadas 1970 y 1980, quien tenía el cabello brilloso y pintado de rosa, luchó por ser escuchada sobre las voces de la multitud de protestantes en Estambul.
“Soy una soprano, necesito mi voz. ¡Pero por los animales perdí mi voz!” gritó ella.
Los ' Parques de hábitat natural ' descritos en la legislación serían hogares temporales para los animales callejeros cuando no haya espacio suficiente en los albergues, hasta que sean adoptados, de acuerdo con el Ministerio Forestal y de Trabajos de Agua Turco.
“Serán cuidados, alimentados y cobijados”, explicó el ministro en un correo electrónico a CNN.
Los parques serán construidos en las afueras de las ciudades, y serán equipadas con instalaciones para grupos de visitantes escolares, al igual que para departamentos veterinarios, de acuerdo con los planos del ministerio.
Pero algunos activistas de derechos animales temen que los parques de hábitat natural se conviertan en terrenos para abandonar a los animales callejeros, hecho que el ministro Forestal niega.
“Como abogado, cuando leí este artículo, dice que serán recolectados los animales sin dueño. Lo que quiere decir que cualquier tipo de animal que veas a tu alrededor, hasta los que poseo, si huyen en la calle, será posible que sean recolectados”, dijo Deniz Taysanl Kalafatoglu, vicepresidente de la Comisión de Derechos Animales del Colegio de Abogados de Estambul.
Los animales son como accesorios peludos de las esquinas en las calles de los vecindarios turcos. En Estambul, la ciudad más grande de Turquía, es común ver que en las cafeterías y bares adoptan animales callejeros como mascotas; los gatos hasta tiene lugares especiales para tomar su leche, junto a los clientes que beben cerveza.
La práctica de alimentar y cuidar a estos animales se extiende a las carnicerías y hasta a los vendedores ambulantes.
En el vibrante Taksim Square de Estambul, Husnu Atac vende el bagel turco conocido como ‘simit’ desde su carrito. A su lado un perro blanco descansa en el sol de otoño.
“Amo que esté a mi lado”, dijo Atac, quien nombró al perro Reis, que en turco significa jefe.
Atac notó que en semanas recientes trabajadores municipales habían recolectado al menos otros cinco perros callejeros que solía alimentar con regularidad.
“Si el Estado no puede garantizar que se hará cargo de los animales”, dijo Atac, “entonces nosotros estamos dispuestos a cuidarlos”.
El gobierno de Turquía insiste que no acorralará a los animales.
“Gatos y perros capturados no es el caso”, fue la respuesta de una sola línea del ministro turco Forestal a un correo electrónico cuando CNN le preguntó si sería aceptable tener perros y gatos viviendo en las calles.
Los críticos también se han enfocado en otra cláusula poco elaborada de la propuesta ley que limitaría el número de animales por casa. Algunos propietarios de mascotas expresaron su miedo de ser obligados a entregar a sus amados animales.
Cuando se le preguntó acerca de la propuesta de limitar la propiedad de animales, el ministro forestal respondió, “El número y tipo de animales domesticados será determinado al tomar en cuenta las necesidades ecológicas de los animales, las condiciones de espacio, y la salud humana”.
Una cosa en la que ambas partes concuerdan es en la propuesta de criminalizar al abuso de los animales.
“Bajo la actual ley (de derechos animales), la tortura y explotación de los animales solo recibe una multa administrativa”, escribió el ministro forestal. “La ley Draft propone un castigo criminal de hasta dos años por tortura que puede llevar a la muerte, y hasta un año por explotación”.