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Los 4 reencuentros que López Obrador necesitará en la campaña de 2018

El líder de Morena debe reencontrarse con los empresarios, las asociaciones religiosas, los medios de comunicación y líderes de opinión, advierte Ricardo Monreal, excoordinador de su campaña de 2012.
mié 22 marzo 2017 06:00 AM
La tercera
La tercera... López Obrador ha confirmado su intención de participar en la elección de 2018, que sería su tercera campaña presidencial consecutiva. (Foto: Adolfo Valtierra)

En sus anteriores esfuerzos por alcanzar la Presidencia, las campañas de Andrés Manuel López Obrador carecieron de la presencia de cuatro sectores con los que el líder de Morena debe reencontrarse de cara a la contienda de 2018, dijo a Expansión Ricardo Monreal, coordinador de la campaña del candidato de la izquierda en la elección de 2012.

El ahora delegado en Cuauhtémoc —quien ha reconocido abiertamente su aspiración de buscar la Jefatura de Gobierno en las próximas elecciones—señaló que el aspirante presidencial de Morena debe acercarse a los empresarios, las asociaciones religiosas, los medios de comunicación y a diversos líderes de opinión, luego de que en el pasado López Obrador ha marcado distancia respecto a ellos.

“Tuvimos ausencias notables con cuatro grandes sectores que he comentado que es importante reencontrarnos con ellos o tener una relación más cercana”, comentó.

“Muchos líderes del PRI, del PAN, donde destacan gobernadores, diputados, líderes sociales, querían reunirse con Andrés. (Me decían) ‘déjame hablar con Andrés, nada más quiero hablar con él’… petroleros, líderes cañeros, campesinos, sociales, sacerdotes, dirigentes sociales”, relató el excoordinador de campaña de la entonces coalición PRD-PT-Convergencia.

Monreal indicó que López Obrador está en el proceso de reconciliarse con el sector productivo del país, luego de que el entonces abanderado de la izquierda acusó a la cúpula empresarial de financiar en 2006 —cuando perdió la elección frente al panista Felipe Calderón— una campaña en contra de su candidatura .

“Está buscando la manera de cómo generar confianza en el sector empresarial, ese sector que lo rechazó, que incluso en 2006 hizo una campaña pagada por los hombres de negocios, y que en ese momento la ley no lo permitía, lo prohibía. Ahora lo veo correrse hacia la búsqueda de recobrar confianza con ese sector económico . El acercamiento o la invitación de Alfonso Romo, empresario de Monterrey, es parte de eso”, abundó.

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Rumbo a la elección de 2018, López Obrador convocó a un grupo de notables para que revise el proyecto de nación que planteará en campaña, el cual está encabezado por Romo.

Este empresario regiomontano —que ha incursionado en negocios como la ingeniería genética, el sector financiero, la industria de semillas y cigarrera— ya había respaldado a López Obrador desde la campaña de 2012, lo que causó sorpresa, luego de que en 2006 apoyó a Felipe Calderón por considerar al político tabasqueño como “un peligro para México” .

“Ya estaba con él desde la ocasión pasada, pero junto con él llegan otros grupos económicos con los que incluso Andrés ya se ha reunido en las últimas fechas”, agregó Monreal.

Dicho grupo de asesores incluye a otros empresarios como Adrián Rodríguez, y personajes cercanos a la iniciativa privada, como Esteban Moctezuma, presidente de Fundación Azteca.

López Obrador también se distanció de los representantes de la Iglesia Católica, cuando seguidores del entonces perredista confrontaron en 2007, al arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera.

“También tuvimos ausencia con la jerarquía eclesiástica, los prelados de distintas asociaciones religiosas, cristianos, mormones…”, añadió Monreal.

El actual presidente de Morena ha encarado en el pasado a los principales medios de comunicación, a quienes acusó de tender un “cerco informativo” y no darle cobertura y a las televisoras, de construir la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto.

Monreal tambén reconoció que la decisión de López Obrador de no asistir al primer debate presidencial de la campaña de 2006 contribuyó a que el entonces candidato perdiera preferencias.

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