Un estudio revela que con autoayuda se combate la ingesta compulsiva
De acuerdo con una investigación, el control de la ingesta compulsiva puede ser tan sencillo como un libro de autoayuda y la supervisión de un entrenador de la salud.
Comer en exceso es el desorden alimenticio más común en Estados Unidos y su diagnóstico y tratamiento es algo difícil.
Pacientes que sufren este desorden creen que están sobrealimentados y recurren más a tratamientos para bajar de peso en lugar de acudir con un psicólogo, afirman expertos.
Aunque reciben un diagnóstico correcto, los tratamientos contra el exceso de comida son costosos, precisa invertir mucho tiempo y algunas veces es complicado acceder a estos, dicen los especialistas.
Durante un estudio, médicos del Centro de Investigación para la Salud Kaiser Permanente analizaron la eficacia de un auto programa en 123 participantes. Encontraron que las mujeres de 37 años, en promedio, se excedían en su forma de comer una vez a la semana.
La mitad de los participantes estuvieron bajo el tratamiento tradicional. Recibieron la notificación sobre los servicios nutricionales disponibles, los tratamientos médicos, la alimentación saludable y los programas para controlar el peso.
La otra mitad recibió un programa de auto guía por 12 semanas detallado en el libro titulado Superando la ingesta compulsiva (el autor no tiene relación con los investigadores) y visitaron a un entrenador de salud especializado por 8 sesiones. En un día, los comedores compulsivos detallaron sus prácticas alimenticias y escribieron sus sensaciones.
"El entrenador de la salud apoya sus enseñanzas a través del libro" comentó el coautor del estudio Lynn DeBar, psicólogo clínico del Centro de Investigación para la Salud Kaiser Permanente.
Los resultados fueron publicados en la edición de abril del diario de Consulta y Psicología clínica.
"La respuesta por parte de las personas sugiere que algunas de las cosas que parecían simples hicieron una gran diferencia", dijo DeBar. "Aquellos que comen de manera compulsiva están sin comer por un tiempo, y una de las cosas básicas que insistimos a la gente es la de comer de manera regular, tener su desayuno y no esperar tanto entre comida"
Un año antes, 63 por ciento del grupo estudiado dejaron de comer compasivamente comparado con el 28 por ciento del grupo de control. Estos resultados apuntaron que una intervención de bajo costo podría ser efectiva, dijeron los autores.
Los comedores compulsivos pierden el control y consumen cantidades significativas de comida. Esto equivale, generalmente, "a dos comidas completas", afirmó DeBar.
"Si alguien va a un restaurante de comida rápida y pide dos súper combos de comida, eso podría ser una ingesta compulsiva. Lo que marca la diferencia en el comer en exceso no se trata solamente de cantidades de comida, sino de esa sensación de no poder detenerse. Y esto sucede una vez a la semana por tres meses y en algunos casos con más frecuencia.
El desorden podría añadirse como condición psiquiátrica en la próxima entrega del manual de diagnóstico y estadística de desórdenes mentales. Está incluido de manera provisional en la presente edición.
Los tratamientos utilizados con mayor frecuencia para las personas que comen compulsivamente consisten en terapias de conducta cognitiva. De acuerdo con especialistas, estas ayudan a la gente a identificar patrones mentales que le permitan un mayor control de su conducta y sus maneras de comer, así como sesiones de psicoterapia interpersonal.
Lo último se centra en la premisa de que las relaciones conflictivas causan conductas negativas, por lo que las personas "están usando la comida para mitigar la forma en cómo se sienten" afirmó Marian Tanofsky-Kraff, un profesor asistente de psicología medica y clínica en la Universidad de Servicios uniformados de Ciencias de la Salud que investigan la ingesta compulsiva.
Mientras se demuestra la eficiencia de estos métodos, su disponibilidad no está al alcance de todos, ya que los terapeutas deben estar altamente especializados.
El uso de un manual de auto guía podría llegar a más pacientes que sigan los pasos, con la consigna de "confiar en sí mismos y continuar con las indicaciones cuando ya no estén bajo la supervisión de un entrenador o terapeuta", detalló DeBar.