Las alergias alimenticias están sobrediagnosticadas, según informe
Las primeras directrices para diagnosticar y tratar las alergias por alimentos fueron publicadas este lunes por la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos (AAAAI, por sus siglas en inglés).
Diseñada por y para alergólogos, inmunólogos y otros profesionales del cuidado de la salud, estas directrices representan las mejores prácticas para el manejo de una enfermedad que actualmente no tiene cura.
Es un marco que busca servir a los médicos para tomar mejores decisiones acerca del tratamiento de los pacientes, pero no reglas corregidas que deben ser seguidas. Los doctores y pacientes aún necesitan desarrollar planes de tratamiento individual, basados en las circunstancias del paciente.
Las alergias alimenticias más comunes en Estados Unidos son a la leche, huevo, cacahuates, varios tipos de nueces, mariscos, trigo y soya.
La leche y el huevo son las dos alergias más comunes observadas en pacientes pediátricos , pero 80% por ciento de los niños las superan.
Las alergias a los cacahuates, nueces y mariscos duran comúnmente toda la vida –menos de 10 o 20% de los niños las superan al crecer-, de acuerdo con el doctor Hugh Sampson, profesor de Pediatría en la Escuela de Medicina Mount Sinai y miembro del Comité Coordinador de las Directrices.
Sampson indica que las alergias a la comida son sobrediagnosticadas y esto conlleva alrededor de 3 o 4 por ciento de casos diagnosticados relacionados con personas que no están sufriendo reacciones alérgicas realmente . Esto representa 10 a 12 millones de personas, indicó. De hecho, dijo que una de los problemas más comunes es la confusión sobre si el paciente tiene sensibilidad a la comida –una reacción a la comida que no involucra al sistema inmune– o verdaderas alergias alimenticias. Algunos de los síntomas son los mismos.
“Muchos doctores ordenan un gran número de pruebas de sangre para varios alimentos y cuando encuentran pequeñas cantidades de anticuerpos presentes, señalan una reacción alérgica”, dijo Sampson, llevando a los niños a llevar dietas altamente restrictivas.
“El ejercicio de diagnosticar una alergia alimenticia no abarca sólo la realización de una prueba cutánea o de sangre. Requiere una combinación del historial del paciente y desafíos de comida oral”.
Un desafío de comida oral es cuando al paciente se le da comida en un ambiente controlado para observar una reacción. Sampson dijo que muchos doctores no realizan estas pruebas porque significa consumir tiempo e implican riesgos.
Un conjunto de 18 directrices se refiere al diagnóstico . Por ejemplo, cuándo debe sospecharse una alergia a alimentos: si una serie de síntomas como urticaria, opresión torácica, jadeos e inflamación de la lengua se producen luego de minutos u horas de haber comido, o si los síntomas se presentan más de una vez luego de comer un alimento específico.
Otras recomendaciones para el diagnóstico incluyen hacer un examen físico, usando el historial médico del paciente y realizando una prueba de punción de la piel, la prueba cutánea más común, en la que la piel es raspada o perforada con pequeñas cantidades del alérgeno.
Las directrices no recomiendan pruebas intradérmicas. En una prueba de este tipo, una pequeña cantidad del alérgeno sospechoso es inyectada en la superficie de la piel. Luego de alrededor de 20 minutos la piel es examinada para detectar cualquier reacción como enrojecimiento o hinchazón. Una prueba de parche atópico, en la que un parche pegajoso es pegado a la piel por hasta 48 horas, no debe ser usada.
Otras directrices conciernen al paciente en riesgo, cómo manejar reacciones serias y cómo prevenir alergias. Existen instrucciones detalladas sobre el diagnóstico y el tratamiento de reacciones alérgicas por alimentos potencialmente mortales como la anafilaxia, una seria reacción que ocurre rápidamente y puede ser fatal. La epinefrina, de acuerdo al reporte, es el tratamiento de primera línea en todos los casos de anafilaxia. Todos los otros medicamentos tienen una respuesta retardada.
El doctor Matthew Fenton supervisa la investigación sobre enfermedades alérgicas para los Institutos Nacionales de Alergias y Enfermedades Infecciosas en los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, y ha servido en el Comité Coordinador. Indicó que la agencia trabaja ahora en un sumario para los consumidores.
“Es importante para los pacientes y sus familias entender que los síntomas de una alergia alimenticia pueden enmascarar otras enfermedades como intolerancia a la comida y problemas gastrointestinales. Es importante para ellos trabajar con los médicos para que puedan identificar la verdadera raíz de la afectación a su salud causada por la comida”.