Los japoneses aprenden a vivir con estrés, temor e inseguridad
Las palabras "Ganbaro Nipón" —Sé fuerte Japón— brillan todas las noches desde la Torre de Tokio.
Pero una sociedad conocida en todo el mundo por su cultura estoica ha sido golpeada por el temblor masivo y el desastre nuclear, según residentes y expertos. Andrew Grimes, un psicólogo clínico que trabaja en Japón, dijo que los eventos y sus conmociones literales y figuradas han tenido "un efecto severo en el sentido de seguridad de las personas".
"Es un territorio inexplorado hasta cierto punto", dijo Grimes. "Pero creo que la salud mental se inherente a nosotros, y será así por un rato más".
Y Junichi Onodera, el director de un hospital sumamente dañado en el norte de Japón, dijo que las heridas psicológicas estarán presentes más allá de las crisis actuales.
Onodera está encargado del hospital de la prefectura de Iwate en Yamada, una ciudad que estuvo en medio del tsunami luego del terremoto del 11 de marzo . Todavía hay algas marinas en algunos de los cajones del primer piso, y las máquinas de rayos X, camas y sillas de ruedas más dañadas están en el estacionamiento.
Doctores exhaustos y enfermeras que se quedaron sin casa, duermen a lado de los pacientes, muchos de los que llegan sufren lo que Onodera relaciona con el desorden de estrés postraumático.
"¿Pero qué podemos hacer?", pregunta. "No hay psicólogos que nos puedan ayudar con eso".
El terremoto mató a más de 13,000 personas en la región. Otras 15,000 siguen perdidas y las tropas japonesas todavía están revisando las ruinas de los pueblos en la costa en busca de cuerpos.
La nación ha sido atacada por temblores. Pero el de 9 grados de hace un mes ha generado réplicas durante ese mismo tiempo, con más de ocho muertes causadas por ellas.
"El grado de temor por los temblores ha aumentado en los últimos días", dijo a CNN Ryuji Kita, un empresario de Tokio. Kita dijo que las constantes réplicas han puesto a su familia al borde, y que recibe un correo electrónico de sus amigos y familiares por cada réplica.
En Tokio, más de 300 kilómetros al sur de dónde el impacto pegó más fuerte, al desastre le siguió un breve periodo de apagones y una extensa campaña de ahorro de energía .
Afuera de un antro a la vuelta del Kantei, la oficina del primer ministro, un anuncio dce “Ahorra energía y continúa” —un eco de un icónico póster británico de la Segunda Guerra Mundial—. Muchas estaciones del metro han estado a media luz, y cuando empezaron los juegos de béisbol luego de retrasar el inicio de temporada después de tres semanas, muchos de los partidos jugados en el área de servicio de la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (Tepco) fueron pasados a la tarde.
Tepco enfrenta un 20 % de disminución en su capacidad desde que el temblor afectó a dos de sus plantas nucleares. Una de ellas es Fukushima Daiichi , el centro de una crisis que Japón declaró en el nivel más alto de accidentes nucleares el martes .
Yoshi Domoto, director ejecutivo de la sociedad Americo Japonesa de Georgia, dijo que los japoneses se han unido a través de una historia de desastres.
"Están más orientados a trabajar en grupo que los estadounidenses, así que eso les está ayudando", dijo Domoto.
Ese sentimiento de comunidad hace que la gente esté menos aislada de lo que estaría, dijo Lonny Carlile del Centro de Estudios Japoneses en la Universidad de Hawai, en Manoa.
Los vecinos tienden a unirse, responsabilizándose por sus residentes, repartiendo circulares o limpiando . Luego del tsunami, gobiernos locales rápidamente designaron las ciudades que recibirían a sobrevivientes de los lugares más afectados, dijo Carlile.
"Tienes lo que en esencia es una rutina planeada que iniciará en casos de emergencia", dijo Carlile.
Y en Estados Unidos, expatriados están reuniendo dinero para el desastre. La comunidad japonesa en Los Ángeles es tan grande que las prefecturas japonesas tiene sus organizaciones locales, dijo Gwen Muranaka, editora en inglés del Rafu Shimpo, un periódico Americo Japonés.
"Creo que hay un compromiso real", dijo. "Esto no va a terminar en un mes. La gente se siente comprometida en ayudar".
Pero a la sombra de Fukushima Daiichi, los temores de una posible contaminación de agua y comida han generado una "enorme incapacidad de calmarse", dijo Grimes, el director de Servicios de Asesoría de Tokio. Y muchas personas en Tokio que dependen de trenes para moverse "están muy preocupadas y temerosas de quedarse atrapadas, como estuvimos ese primer viernes”.
Grimes dijo que psiquiatras y psicólogos esperan ver un incremento en el número de pacientes con depresión, ansiedad, insomnio, pesadillas y problemas de apetito en los próximos meses.
"Hemos tenido a más gente que la primera vez, incluyendo a parejas", dijo.
Mientras continúa la crisis nuclear, tanto el gobierno japonés como la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio se han enfrentado a la creciente crítica por su respuesta y su inhabilidad para estimar cuando resolverán los problemas. El partido del primer ministro Naoto Kan, el Partido Democrático, fue apaleado en la primer ronda de elecciones locales el domingo, las pérdidas dijo el martes fueron "muy difíciles para nuestro partido". Y con la crisis que empieza a afectar a la economía japonesa, Kan urgió a los ciudadanos a relajar algunas de las medidas de austeridad que adoptaron.
"Mientras tenemos simpatía por las víctimas del desastre ¿Podríamos no tener tantas restricciones y regresar a nuestra vida diaria?", preguntó. "Consumir productos del área de desastre es una forma de ayudar a las víctimas".
El gobierno japonés ha empezado a aligerar las restricciones sobre los productos de las regiones , mientras que las lecturas de radiación bajan. Vendedores de vegetales y frutas de la prefectura de Fukushima estaban haciendo negocio afuera de la estación de metro Shimbashi en Tokio a la hora pico del miércoles, con algunos puestos agotando sus productos en minutos, anunciaron los vendedores.
Una mujer llamada Shiho, quien no quiso dar su apellido, le dijo a CNN que estaba más preocupada por los temblores que por la radiación. Dijo que estaba preocupada por cómo evacuar a sus dos gatos, ya que las mascotas no están permitidas en refugios, y que había acumulado comida y agua para un paquete de emergencia en caso de otro temblor.
"El gobierno está confundido con lo que debería de hacer", dijo. "Necesitamos un escenario claro para recuperarnos. Si los japoneses tuviéramos una visión clara de cómo recuperarnos, entonces sería más efectivo".