Pájaros muertos, plomo y otros elementos para la mejor fiesta de Año Nuevo
El champán está en el hielo, los fuegos artificiales estallan en el cielo y los invitados bailan Gangnam Style (es medianoche, ¿qué esperabas?). Pero, ¿acaso tu fiesta de Año Nuevo no es un poco… igual a la del año pasado?
Tal vez sea el momento de tirar el Moët & Chandon, quitar el disco de ABBA e inspirarse en algunas de las celebraciones de Año Nuevo más inusuales del planeta. Apunta en tu lista las siguientes:
Agua congelada
En muchas fiestas, el hielo va a los cócteles, pero si de verdad quieres que tus invitados disfruten de algo frío, ¿qué tal un lago, río o mar helado? Por alguna razón, los cuerpos de agua gélidos atraen a los juerguistas de Año Nuevo, quienes no se dejan amedrentar por la posible hipotermia, la congelación o por el sentido común.
Desde Escocia hasta Siberia, los chapuzones en aguas heladas son comunes y los nadadores, a menudo tonificados por un trago de alcohol, y terminan más azules que el elenco de Avatar.
Por qué deberías hacerlo: Un vigorizante chapuzón en agua helada arrasará con las telarañas acumuladas el año anterior.
Por qué no: También podría arrasar con algunas partes congeladas de tu cuerpo.
Ropa interior
Tras exponer tus extremidades a una experiencia tan fría, sería prudente tener a la mano algunas prendas térmicas, pero nuestra lista no contempla ropa interior sensata. Por el contrario: deberías pensar en un par de calzoncillos más deslumbrantes. En Italia, España y América Latina, los calzoncillos de colores adoptan un significado especial en Año Nuevo: los rojos o amarillos auguran romance o suerte.
Por qué deberías hacerlo: Es tu última oportunidad en el año para dar un toque animado a tu lencería.
Por qué no: Con tanta charla acerca de calzoncillos y amor, necesitarás otro chapuzón helado.
Un televisor roto
Las interminables repeticiones de comedias navideñas podrían tentarte a descargar tu frustración arrojando el televisor por la ventana, como por la hoy extinta tradición italiana de Año Nuevo de defenestrar los artículos indeseados.
En Sudáfrica, un hábito similar ha llevado a que desde las alturas se arrojen refrigeradores y otros electrodomésticos y utensilios, lo que a veces resulta en lesiones y arrestos.
Por qué deberías hacerlo: No deberías hacerlo.
Por qué no: Es ilegal y peligroso.
Uvas
No es muy inusual servir uvas en una fiesta, a menos que sigas la tradición de México, Chile, Costa Rica y España, según la cual debes comerte 12 uvas al son de las 12 campanadas de la medianoche, lo que puede transformar un beso tradicional de Año Nuevo en un desastre.
Por qué deberías hacerlo: Las uvas son una deliciosa fuente de antioxidantes y vitaminas.
Por qué no: Aspirar uvas = Maniobra de Heimlich.
Plomo fundido
En Alemania se derrite una pieza de plomo sobre una cuchara, con ayuda de una vela, y luego el metal líquido se arroja a una cubeta con agua. Las formas que toma el metal mientras se enfría se interpretan como si fueran señales de lo que depara el año próximo.
Algunas formas tienen significados específicos: Un huevo significa que la familia crecerá, un trébol significa suerte y un sombrero significa buenas noticias. Nadie se lo toma en serio.
Por qué deberías hacerlo: Es divertido.
Por qué no: Es un disparate.
Cerdos
En Klosters, un centro de esquí en Suiza, el 1 de enero se celebra con una carrera de lechones en la que 10 cerditos de engorda corren a través de la nieve para ganar un envidiable premio: salvarse de la fábrica de salchichas.
Usualmente, la ciudad adopta al ganador como la mascota de ese año.
Por qué deberías hacerlo: ¡Cerditos! ¡Muy tierno!
Por qué no: Se comen a los perdedores.
Sillas
Tener sillas en una fiesta no es precisamente una innovación radical, pero en Dinamarca se usan como plataforma de lanzamiento para las personas que creen que si saltan hacia el Año Nuevo, expulsarán a los espíritus malévolos.
Por qué deberías hacerlo: Puedes afirmar que tu régimen de ejercicios de Año Nuevo empezó temprano.
Por qué no: Necesitarás más agua helada para remojar tus tobillos torcidos.
Pájaros muertos
A los marineros les encanta una buena fiesta, pero son almas notablemente supersticiosas: creen que es de mala suerte emprender un viaje el 31 de diciembre. Las tradiciones marítimas también indican que los marineros quedarán protegidos de morir en un naufragio si arrancan las plumas de un chivirín muerto el día de Año Nuevo.
Por qué deberías hacerlo: Si acabaste con esos cerditos, un chivirín no pesará en tu conciencia.
Por qué no: No hay nada mejor para acabar con una buena fiesta, que un pájaro muerto.
Cama
Gran Bretaña tiene cierta reputación cuando se trata de la víspera de Año Nuevo, en particular Escocia, en donde las celebraciones de Hogmanay pueden ser casi una bacanal.
Así que tal vez sea una sorpresa el descubrir que, según una encuesta realizada en 2011, más de una tercera parte de los británicos prefiere estar metida en la cama a medianoche.
Por qué deberías hacerlo: Te ahorrarás la fiesta más sobrevaluada del año.
Por qué no: Los descorches del champán, los fuegos artificiales y la música de ABBA no te dejarán dormir de cualquier forma.
Sentido del humor alemán
Por último: si estás harto de los chistes malos que cuentan los borrachos, puedes utilizar el amor que los alemanes sienten por el humor absurdo.
Durante casi todas las vísperas de Año Nuevo del último medio siglo, la televisión alemana ha transmitido Dinner for One (Cena para uno), una comedia inglesa en la que un mayordomo borracho imita a los invitados de la fiesta para complacer a su anciano patrón.
El eslogan de la repetición anual del programa: “El mismo procedimiento del año pasado”, lo hace más gracioso, y ha ayudado a que la transmisión gane adeptos en varios países vecinos.
Por qué deberías hacerlo: El punto culminante del programa bien lo vale.
Por qué no: El chiste tarda cerca de 50 años en funcionar adecuadamente.