París intenta ser más amistoso con los turistas... al estereotiparlos
La frase exacta "los franceses son groseros" arroja 311,000 resultados en Google.
Y el año pasado, Francia encabezó una encuesta sobre los países más groseros con los turistas.
Es un estereotipo común, pero pronto podría ser incorrecto si un nuevo proyecto para 'encantar' a los extranjeros rinde sus frutos.
Los turistas ya no hallarán meseros malhumorados o personal de hotel sin modales, al menos en París, si aplican los consejos de un nuevo manual turístico sobre cómo ser amistoso con los visitantes. La guía fue lanzada por el consejo turístico de París y la Cámara de Comercio de la ciudad.
El sitio doyouspeaktouriste.fr ofrece tips para atender a los británicos (quieren consejos personalizados y les gusta desayunar entre las 07:30 horas y las 08:30 horas) y ocuparse de los chinos (aprecian sugerencias de compras originales de lujo y no necesitan más que una sonrisa y un "ni hao" para considerar que eres educado).
Otros consejos tropicalizados incluyen:
Estadounidenses: esperan un servicio rápido y personalizado; fluidez en el inglés
Alemanes: disfrutan la limpieza y un apretón de manos
Belgas: prefieren hoteles económicos y Wi-Fi
Brasileños: les gusta el contacto físico y los taxis
Españoles: buscan cosas gratuitas; cenan entre las 21:00 horas y las 23:00 horas
Franceses: disfrutan probar comida internacional; no les gusta que los consideren "turistas"
Italianos: ansiosos por explorar; agradecen la atención a sus hijos
Japoneses: a menudo necesitan ser alentados; nunca se quejan; hacen reverencias frecuentemente
Holandeses: buscan cosas gratuitas; disfrutan la información digital
Si parece que Francia intenta superar su propio estereotipo al propagar otros, eso es parcialmente cierto.
"No recibes a un turista japonés de la misma forma en la que recibes a uno italiano. Hay códigos que hay que considerar, así que tienes que adaptarte", dijo a The Telegraph Jean-Pierre Blat, director general del consejo turístico de la zona de París.
Francia ha tenido mala publicidad turística recientemente.
En abril, el Museo del Louvre cerró después de una serie de robos, y en mayo un hombre se disparó enfrente de turistas en la Catedral de Notre Dame.
Los funcionarios difunden la nueva guía entre taxistas, personal de hoteles y restaurantes, así como otras personas que frecuentemente tratan con algunos de los 29 millones de visitantes que recibe la ciudad cada año.
No es una idea nueva.
China hizo algo similar antes de los Olímpicos de Beijing en 2008, al informar a los ciudadanos que escupir, saltarse las filas y carraspear fuertemente podría no ser tolerable para los turistas como lo es para los habitantes locales.
Recientemente el país también llevó su iniciativa de amabilidad fuera de sus fronteras, al lanzar campañas para enseñar a los turistas cómo comportarse cuando están en el extranjero.