Neil Armstrong recibe un homenaje antes de que arrojen sus cenizas al mar
El astronauta Neil Armstrong fue homenajeado este jueves en una ceremonia en la que se le recordó como el primer hombre "que dejó su huella en otro mundo y una marca extraordinaria en el corazón de los estadounidenses".
El homenaje tuvo lugar a la luz de un vitral que contiene una roca que él trajo de la Luna, en la Catedral Nacional de Washington.
Armstrong , quien caminó sobre la Luna el 20 de julio de 1969 en la culminación de la misión Apollo 11, falleció el pasado 25 de agosto a los 82 años.
Los restos del primer humano que pisó el Mar de la Tranquilidad, como se conoce al mar lunar donde descendió el Apolo 11 , serán arrojados al mar el viernes, en una ceremonia naval de la Marina de Guerras donde Armstrong cursó su carrera como piloto. Hasta ahora no se han divulgado más detalles al respecto.
Armstrong fue "un hombre que cuando se hacía tu amigo era amigo para toda la vida", dijo emocionado Eugene Cernan, comandante de la misión Apollo 17 y el último humano que dejó su huella en la Luna.
El 20 de julio de 1969, el módulo lunar de Apollo 11 se posó en la Luna y Armstrong salió de la cápsula y caminó sobre el suelo polvoriento. Fue entonces cuando pronunció la famosa frase: "Un pequeño paso para un hombre, un salto gigantesco para la humanidad".
Aldrin permaneció dentro del módulo, mientras Collins, quien asistió a la ceremonia de este jueves, orbitaba la Luna en el módulo de control.
Armstrong, Collins y Aldrin presentaron a la Catedral Nacional en 1974 un trozo de roca traído de la Luna y que quedó colocado en el centro de un círculo rojo en uno de los 215 vitrales de la mayor catedral de estilo gótico en las Américas.
El director de la agencia espacial estadounidense NASA, Charles Bolden, dijo que "los hombres y las mujeres con visión de futuro, con determinación y coraje, que hicieron posible la gesta de Armstrong y de otras misiones son una inspiración para las generaciones futuras".
"Armstrong fue el primer hombre que demostró que es posible alcanzar otros mundos", dijo Bolden. "Y la roca en el vitral nos recuerda que estos logros son posibles por la gracia de Dios y su mano que nos guía", finalizó.