Fragmentos del cohete que llevaba el satélite mexicano caerán en Siberia
Una irregularidad en una nave espacial rusa pudo haber enviado a un cohete y su cargamento, un satélite mexicano, al sudeste de Siberia, según reportes de medios estatales rusos.
Esta es la segunda misión espacial que falla en la agencia espacial de la federación rusa, Roscosmos, en menos de un mes. Y ocurre en el aniversario de una pérdida similar en 2014.
Roscosmos es conocido por lanzar un gran número de cohetes cada año; la mayoría completa su misión con éxito.
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El Proton-M, un cohete de carga, puede haberse perdido tras el lanzamiento, reportó la agencia Tass este sábado. Un "situación de emergencia" ocurrió durante el despegue, informó Roscosmos.
Datos preliminares indican que tanto la nave como el satélite mexicano pueden caer en la región de Chita. "El ministerio de emergencias ha sido notificado", informó la agencia Interfax citando a una fuente de la agencia espacial.
Roscosmos anunció que el cohete Proton-M lanzaría un satélite mexicano desde el cosmódromo Baikonur, en Kazajistán.
Fallos en lanzamientos
Como muchos cohetes de lanzamiento, Proton-M tiene secciones que se desprenden cuando el lanzamiento se completa. Muchas de ellas vuelven a caer a la Tierra con trayectorias planeadas dentro del océano o en terreno deshabitado mientras la nave sigue volando.
Los cohetes Proton-M normalmente tienen tres etapas de desprendimiento.
Una nave rusa no pilotada, encargada de resurtir la Estación Espacial Internacional perdió el rumbo luego de su lanzamiento el 28 de abril y se quemó al reingresar en la atmósfera el 8 de mayo , informó Roscosmos.
Hace un año, otro cohete Proton-M y su satélite de comunicación fueron destruidos luego de que los oficiales en tierra perdieran contacto con la nave. El sistema de emergencias cortó la propulsión luego de que un mal viraje arruinara el lanzamiento.
Se encontraba a 160.93 kilómetros de la tierra en ese momento, reportó la agencia de noticias rusa, y se quemó en la atmósfera.
El desvío el año pasado ocurrió nueve minutos después del despegue; el de este año, tan solo a ocho minutos de su lanzamiento.