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Los autónomos de Uber toman las calles de Estados Unidos

La firma de movilidad lanzó su primer vehículo sin conductor en Pittsburgh. Esto es lo que ocurrió en un primer recorrido.
mié 14 septiembre 2016 10:17 AM
Uber autónomo
Uber autónomo Si bien el vehículo puede conducirse sin chofer, un conductor se encuentra a cargo del viaje en caso de encontrar imprevistos. (Foto: Uber/Cortesía)

A unos 20 minutos después de haber empezado el recorrido en un Uber autónomo, me hicieron una oferta: si quería ir al volante.

Ya había notado que alguien se le había cerrado a nuestro Ford Fusion. También vi cómo un camión de carga se incorporó a nuestro carril, por lo que mi cauto conductor se vio obligado a tomar el control para mantenernos a salvo.

Habíamos sorteado a peatones impacientes, ciclistas y cruces de ferrocarril no marcados en las calles estrechas y desgastadas de Pittsburgh, Estados Unidos. Las condiciones parecían mucho más difíciles que las de mi primer viaje en un automóvil totalmente autónomo en las oficinas centrales de Google, hace alrededor de un año.

"Claro, me animo", dije con una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que mi editor no estaría complacido si decía que no.

Así, en un lote de grava, muy cerca del río Allegheny, abandoné la seguridad del asiento trasero de Fusion y me puse al volante.

Los dos empleados de Uber con los que iba me dieron un curso relámpago sobre cómo no chocar. Si las cosas se complicaban, podía frenar u oprimir un enorme botón rojo en el centro del tablero para volver a tomar el control del Fusion.

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A partir del miércoles 14 de septiembre, Uber ofrecerá a los clientes de Pittsburgh la opción de viajar en uno de estos autos. Los pasajeros viajarán en el asiento trasero mientras que dos empleados de Uber, sentados al frente, vigilarán el desempeño del auto. Uber no ha señalado cuando expandirá las pruebas con autos sin conductor a otras ciudades ni si los autos funcionarán sin pilotos de prueba.

Si los autos sin conductor tienen éxito, el impacto social será enorme. Las calles podrían volverse más seguras y el transporte podría ser más barato y accesible… pero muchos conductores perderían su empleo.

Para que esta revolución ocurra, la gente tendrá que estar dispuesta a hacer el viaje solos, literalmente. Las investigaciones han demostrado que la mayoría de los habitantes de Estados Unidos no están listos para confiar en los autos sin conductor. Las pruebas en Pittsburgh servirán para que Uber sepa cómo reaccionan los clientes a los autos y qué los hace sentir incómodos.

Para mí no hay nada alarmante en un viaje en un auto sin conductor. Sin embargo, empecé a preocuparme cuando me puse al volante.

"Nada más no choques este auto", pensaba mientras ajustaba los espejos. El Fusion tenía una pequeña fortuna en equipo computacional: 20 cámaras, siete láseres y cobertura panorámica de radar. Tiene más poder computacional a bordo que una pequeña empresa, según me dijo un ingeniero de Uber. Las reparaciones serían particularmente costosas.

Cuando íbamos por la avenida River, oprimí un botón cromado en el centro del tablero y de repente, el auto iba conduciéndose solo. Íbamos avanzando a 40 km/h, respetando atentamente el límite de velocidad. Posé las manos suavemente sobre el volante y pude sentir cómo se movía ligeramente para mantenernos en el centro del carril.

Recomendamos: El ejecutivo de Ford que llevará los autónomos de Uber

Conforme nos acercábamos a un semáforo en rojo, el auto frenó lentamente y se detuvo detrás de un Kia. Hasta ese momento, todo iba bien. El semáforo parpadeó y pronto giramos a la derecha, hacia el puente de la Calle 31.

El auto vira en un ángulo constante, los virajes son más lentos y amplios que los de un conductor común. En otra intersección, un camión hizo sonar su bocina mientras virábamos, aparentemente le exasperaba el estilo escrupuloso del auto.

La primera prueba real que tuve al volante del auto llegó unos minutos después, sobre la avenida Pennsylvania. El auto encendió su direccional derecha y desaceleró para virar, pero un ciclista nos estaba rebasando por la derecha.
Había viajado a la antigua y desde Washington, D.C. para vivir un momento como este. ¿El auto podría con una situación complicada?

El ciclista siguió pedaleando y se nos adelantó unos cuantos metros en la intersección. Al parecer, el auto había pasado exitosamente la prueba mientras comenzábamos otro viraje suave y metódico. Sin embargo, sonó una alerta, lo que indicaba que el auto quería que yo tomara el control. Guie el auto el resto del viraje. Era más de lo que el auto podía manejar por su cuenta.

Unas calles más adelante, el auto estaba otra vez en modo autónomo y transitaba cerca del extremo derecho del carril, a unos centímetros de una fila de autos estacionados. Resistí el impulso de jalar el volante a la izquierda.

Pasamos junto a los autos estacionados sin incidentes y llegamos junto a un camión estacionado en medio de nuestro carril, en sentido contrario. Toqué ligeramente el freno y conduje el auto para rodear el camión, siguiendo el consejo de los conductores de seguridad. Creyeron que el auto podía con el desafío, pero prefirieron pecar de cautelosos por llevar a un novato al volante.

Pasé casi una hora en el Ford Fusion y seis minutos al volante. Los conductores de seguridad y yo intervinimos cinco veces. A los conductores les enseñan a ser particularmente cautelosos y a intervenir aunque el auto no lo solicite.

Si los autos de Uber llegan a ser lo suficientemente buenos como para recorrer Pittsburgh sin llevar un conductor al volante, el negocio de Uber se transformará rápidamente. Los clientes reservarían viajes menos costosos porque no habrá necesidad de pagarle a un conductor humano. Uber cree que los autos autónomos provocarán en el mundo un cambio para que nadie necesite tener un auto.

Uber está haciendo sus pruebas en Pittsburgh porque contrató a un grupo de expertos en robótica en la Universidad Carnegie Mellon, que está cerca de allí. Además, la naturaleza de la ciudad ofrece una gran variedad de desafíos útiles.

Aaron Steinfeld, un profesor investigador de Carnegie Mellon que trabaja en los vehículos sin conductor, cree que no hay mejor ciudad para hacer investigaciones sobre vehículos autónomos.

"Hay de todo aquí", dijo Steinfeld. "Tenemos el clima, tenemos lomas, tenemos puentes, tenemos túneles, tenemos toda clase de conductores. Estamos en plena Costa Este y hay conductores del Medio Oeste, así que verás toda clase de conductas".

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