Beijing es cauteloso con el poder de las empresas de internet, y su control no es gratuito, pues se trata de una tendencia que muchos gobiernos están teniendo alrededor del mundo.
Tanto Alibaba, como Didi han sufrido con la regulación oriental y en el caso más reciente, la empresa de movilidad perdió el 20% del valor de sus acciones, lo que representó una pérdida de 22,000 millones de dólares en su valor de mercado.
Dong Shaopeng, un investigador de la Universidad Renmin de China, dijo a The Global Times que Didi manejó "grandes cantidades de datos que conciernen a la seguridad nacional", como la infraestructura de transporte y los flujos de personas y vehículos, y "podrían representar una amenaza para la seguridad nacional de China". En 2015, Didi llamó la atención después de publicar un gran informe de datos de diferentes ministerios del gobierno, basado en el uso de taxis de los funcionarios públicos.