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Tomar 12 cocas de dieta al día, como Trump, es un hábito que vale la pena dejar

La gente que dice que toma al menos una lata de un refresco edulcorado al día tiene casi tres veces más probabilidades de tener una apoplejía causada por un coágulo.
sáb 20 enero 2018 07:05 AM

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, bebe una docena de cocas de dieta al día, según informó el New York Times a principios de diciembre. Muchos estadounidenses comparten con él su amor por esta bebida burbujeante, al igual que al menos uno de sus predecesores. A menudo se fotografiaba a Bill Clinton con una lata en la mano y se dice que puso una lata de Coca Cola de dieta (junto con un teléfono celular hoy obsoleto y otros artículos) en una cápsula del tiempo en su biblioteca presidencial oficial.

Entonces, ¿qué les pasa a quienes al día beben una docena de latas del elixir color caramelo que contiene una mezcla de un edulcorante llamado aspartame y saborizantes naturales y artificiales, entre otros ingredientes?

Algunas investigaciones revelan que las bebidas edulcoradas pueden incrementar tu apetito y tu antojo de dulces. Este efecto se relacionó con el aspartame, el edulcorante más usado en las bebidas de dieta, que genera en el cuerpo una reacción parecida a la que genera el azúcar. Tan solo 30 minutos después de beber un refresco de dieta que contiene aspartame o la misma cantidad de refresco regular (con sacarosa), el cuerpo secreta cantidades similares de glucosa e insulina.

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Desde un punto de vista científico, este hallazgo es sugerente, pero "no muy sólido", de acuerdo con Susan Swithers, profesora de Ciencias Psicológicas de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Salud de la Universidad Purdue, en Estados Unidos. Ella considera que los efectos del aspartame "provocan" al cuerpo.

"Obtienes un sabor muy dulce; tu cuerpo cree que está a punto de recibir azúcar, de recibir energía, pero nunca llegan", explicó Swithers, basándose en sus investigaciones sobre el consumo de refrescos de dieta en animales. El resultado es que tu cuerpo aprende que el sabor dulce ya no es una buena señal, así que en vez de generar reacciones normales inmediatamente, las retrasa. Esto se vuelve un problema cuando consumes azúcar de verdad, porque la concentración de azúcar en sangre aumenta un poco más de lo normal y, en consecuencia, podrías comer más de lo usual, explicó.

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"Es algo muy pequeño", dijo. Sin embargo, con el tiempo, los efectos acumulativos podrían ser más fuertes, particularmente en el caso de los humanos.

Swithers apuntó que al analizar estudios a largo plazo hechos con humanos, los resultados indican que la gente que dice que toma bebidas edulcoradas tiene mayor riesgo que quienes no las toman de desarrollar muchos trastornos negativos, entre ellos diabetes tipo II, hipertensión, apoplejías y demencia.

En un estudio que se llevó a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston el año pasado, se determinó que la gente que dice que toma al menos una lata de un refresco edulcorado al día tiene casi tres veces más probabilidades de tener una apoplejía causada por un coágulo, en comparación con quienes evitan estas bebidas de dieta.

Además, los investigadores descubrieron que las personas que toman un refresco de dieta al día tuvieron tres veces más probabilidades de desarrollar demencia que quienes nunca beben refrescos de dieta.

En otro estudio reciente , se analizó la relación entre tomar refrescos de dieta y los cambios a largo plazo en el diámetro de la cintura en personas de 65 años o más. Los investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas determinaron que el consumo de refrescos de dieta se relaciona con la creciente obesidad abdominal, que a su vez incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.

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Las sonrisas de quienes toman demasiado refresco de dieta también pueden volverse menos atractivas. En un estudio se determinó que tanto los refrescos de cola regulares como los de dieta causan el mismo grado de disolución del esmalte de los dientes, lo que provoca erosión del esmalte. "Los refrescos de dieta contienen ácidos, que pueden contribuir a la erosión dental", dijo Lisa Drayer, nutrióloga y colaboradora de CNN.

Además, en un estudio que se publicó en el boletín American Journal of Clinical Nutrition, se determinó que el riesgo de desarrollar diabetes tipo II aumenta en mujeres que beben más de 568 ml (menos de dos latas) de bebidas edulcoradas a la semana.

Por otro lado, doce latas de coca de dieta al día es dos más de lo que la Clínica Mayo describe como " cantidad segura " de cafeína diaria para adultos. El consumo excesivo de cafeína puede provocar insomnio, nerviosismo, irritabilidad e incluso un ritmo cardiaco anormal.

"Sea como sea, creo que es una mejor opción que los refrescos azucarados", dijo Drayer. "Si [Trump] tomara refresco regular, agregaría 1,680 calorías y la asombrosa cantidad de 468 gramos de azúcar, ¡tan solo por esta bebida!".

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Una lata de Coca Cola regular, de 340 ml, contiene 140 calorías y 39 gramos de azúcar. En comparación, la Coca Cola de dieta, que la empresa refresquera presentó en 1982, contiene cero calorías y cero gramos de azúcar.

"Si no puede eliminar del todo su consumo de refrescos, le recomendaría que al menos reemplazara con agua la mitad de sus refrescos de dieta", sugirió Drayer. "Si el agua simple parece aburrida, puede agregar rebanadas de fruta al agua o beber agua mineral".

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