¿Cuántas horas se necesitan para que un “conocido” se vuelva “amigo”?

Un estudio publicado recientemente en el Journal of Social and Personal Relationships afirma una dolorosa obviedad: "No es posible tener amigos sin antes hacer amigos".

Claro que estoy a favor de tener amigos. ¡Hasta yo tengo algunos! Es solo que la parte de “hacer” amigos (esa zona ambigua entre conocer a alguien nuevo y luego llamarle cómodamente un amigo) es, si somos honestos, algo intimidante y sufrido: la charla trivial, la preocupación de parecer demasiado empalagoso o demasiado apático, fingir que no están evaluándose mutuamente cuando en efecto se evalúan uno a otro.

Lee: Tener amigos en el trabajo te ayuda a ascender

Casi a todos nos gusta quejarnos sobre cómo se sufre en la danza del cortejo ante una potencial pareja, y sin embargo, rara vez hablamos de cómo forjar nuevas amistades es solo otra variación de la misma incómoda danza.

Es como cuando la gente dice que desearía poder saltarse esa fase y pasar directamente a la cómoda etapa de la relación donde la pareja mira Netflix sin preocuparse si está vestido para la ocasión, o sea, en pants. Los primeros días de una nueva amistad serían mucho más agradables si pudieras saltarte las conversaciones sobre si tienes hermanos y dónde estudiaste e ir directamente a poder mantener una conversación sin florituras.

Pero todos aguantamos el proceso, porque el resultado final de todo ese esfuerzo es que terminas con una persona con quien puedes tener esas conversaciones.

Lee: ¿Puede un jefe ser amigo de sus empleados?

En el estudio arriba mencionado, el autor Jeffrey Hall, profesor de comunicación en la Universidad de Kansas especializado en la comunicación interpersonal, calculó cuánto tiempo tienes que pasar en ese ambiguo túnel antes de ver la luz de la amistad: en promedio, se necesitan alrededor de 50 horas de tiempo con alguien antes de considerarlo un amigo ocasional, 90 horas antes de sentirse cómodo considerándolo solo "amigo", y alrededor de 200 horas de tiempo de calidad antes de considerar que ustedes dos tienen una estrecha amistad.

nullPara la primera parte del estudio, Hall reclutó a 429 voluntarios en línea que se habían mudado a una nueva ciudad en los últimos seis meses y les pidió que escogieran a una persona que habían conocido desde su mudanza. Luego, los participantes completaron un cuestionario sobre su relación con esta nueva persona: cuánto tiempo hace que se conocieron, qué hicieron cuando salieron, cuánto tiempo pasaron juntos durante la última semana y cuánto tiempo en una semana típica. También calificaron a la persona en cuestión en una escala de cercanía, desde un conocido o amigo de un amigo hasta un buen amigo o mejor amigo.

Lee: Personas suelen ser infieles con amigos o colegas

En la segunda parte del estudio, Hall aplicó una encuesta similar a un grupo de 112 nuevos estudiantes universitarios de primer año, pidiéndoles que escogieran a dos personas nuevas que hubieran conocido hasta ahora en el campus y registraran el tiempo que pasaron juntos durante varias semanas, calificando sus cercanía en varios puntos del camino.

Pero como señala Hall, no todo el tiempo que pasen juntos puede contarse por igual. El estudio diferencia entre las "relaciones por elección", que describe como "las que queremos tener y preferiríamos tener de forma espontánea" y las "relaciones de sistema cerrado", es decir, las que tienes con las personas a las ves por defecto, como los compañeros de trabajo y los vecinos.

Lee: Pasos para dividir la cuenta cuando salgas con amigos

"Hay muchas relaciones obligatorias que tenemos en el trabajo y la escuela o incluso en nuestro barrio o edificio de apartamentos", me explica en un correo electrónico, que "requieren que nos relacionemos, al menos en un nivel mínimo, de manera cortés con personas con las que no necesariamente elegiríamos ser amigos".

A menos que seas extraordinariamente afortunado, probablemente en algún momento de tu vida pasaste más de 200 horas trabajando junto a un compañero de cubículo a quien, sin embargo, nunca considerarías invitar al almuerzo.

Lee: 5 consejos financieros para una mejor relación en pareja

También hay una pequeña ventana en la que esas horas sí cuentan. Algunas investigaciones sugieren que un “conocido” se vuelve “amigo” entre tres y nueve semanas después de que las personas se conocieron, y que en general, si no has alcanzado el estatus de amistad dentro de los tres o cuatro meses posteriores a conocerlo, es probable que nunca lo alcances.

nullEn parte, explica Hall, eso se debe a que es más probable que establezcamos conexiones más profundas durante las épocas de cambio, cuando buscamos y conocemos a más personas de las que normalmente conoceríamos. "Hay muy buena evidencia de que las amistades son más propensas a desarrollarse en momentos inmediatamente posteriores a la (re) localización geográfica o al ingresar a un nuevo entorno, como un nuevo trabajo o una nueva escuela", dice.

Lee: ¿La infidelidad puede ser algo bueno? Esto dice un estudio

"Las personas parece emparejarse con amigos potenciales poco después de esa transición, lo que significa que al parecer las personas saben con quién quieren buscar una nueva amistad entre las nuevas personas que conocen". En otras palabras, si no has creado un vínculo después de una cierta cantidad de tiempo luego de que se conocieran, probablemente haya una razón para ello.

Mi parte favorita del estudio es la siguiente: si bien había una correlación entre la cercanía y el tiempo que pasan juntos, no había una correlación entre la cercanía y el tiempo que pasan hablando, un hallazgo que debería ser un alivio para cualquiera que esté ansioso por llegar a esa etapa donde los dos pueden sentarse sencillamente en un silencio cómodo.