¿Trabajo para 2020? Potencia tus habilidades sociales
Saber negociar situaciones conflictivas, y no sólo un salario, ejercitar el razonamiento matemático, ser persuasivo y conocer sobre análisis de datos, son destrezas básicas para quien quiera ser un colaborador considerado ‘contratable’ para 2020. Ilene Siscovick, líder de soluciones de carrera en Mercer, asegura que desarrollar estas habilidades resultará más valioso que sólo saber dirigir o trabajar en equipo, controlar actividades y ser creativo, características demandadas hoy.
En un periodo en el que la tecnología está suprimiendo algunas actividades y empleos, las empresas requerirán trabajadores con un perfil más diverso en cuanto a destrezas sociales, con capacidad, por ejemplo, de comunicar asertivamente, con inteligencia emocional para momentos de incertidumbre y que puedan resolver un problema en forma independiente.
“Comunicar suena básico, es algo que aprendes desde la escuela, pero paradójicamente, hoy no es fácil encontrar persona con esas destrezas”, señala Siscovick.
En México, 38% de las empresas reconoce que no tener colaboradores con ese perfil impacta su operación de negocios. Una cifra mayor, 63%, desconoce cómo desarrollar esas cualidades por no contar con suficiente información sobre cambios que marcarán el futuro en sus empresas, según datos del informe 'The Future of Jobs', presentado este año en el Foro Económico Mundial.
El documento señala que para desarrollar estas habilidades será necesario cambiar el modelo educativo tradicional, que no incluye un aprendizaje social y emocional (modelo SEL, por sus siglas en inglés). Tampoco es común impulsar conocimientos sobre matemáticas, enfatiza el informe.
Cambios en la empresa
Además de cambios en los programas de estudio, los empleadores necesitan diversificar las actividades para trabajar esas características. “Hoy las empresas se enfocan en estrategia para crecer, sin pensar que su peor problema es no tener a la fuerza laboral correcta. Como resultado, deben contratar doble, lo que aumenta gastos”, menciona Siscovick. Aquí entra en juego la función de Recursos Humanos, que tiene que entender las debilidades y fortalezas de sus empleados y cómo impactan en los planes futuros. Se puede empezar con elaborar un mapa laboral interno en Excel, con la meta de ubicar “cuellos de botella” respecto a empleados y destrezas que no permiten a la empresa cubrir sus metas actuales y futuras. De forma complementaria, es necesario promover un esquema de enseñanza basado en experiencia y evaluar cada dos años qué destrezas nuevas necesita la empresa.
Centrarse en control de gastos es un ejemplo de que el reto para muchas empresas es, sobre todo, “no saber definir su futuro" en el mercado. “Un ejemplo tradicional es no llevar control de las personas que, aunque aplican a una vacante, no se quedan en la empresa. Crear una base de datos con esa gente y analizar qué cualidades están o no presentando es clave para lograr una mejor definición de los perfiles que necesitas hoy y en cinco años”, explica la ejecutiva.
