Reforma petrolera de FAP: pro-monopolio
La reforma energética propuesta por el Frente Amplio Progresista (FAP) es congruente con mantener un monopolio estatal, promueve recursos para una mayor inversión en el largo plazo, pero es discriminatoria, coinciden analistas.
La propuesta, encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) propone disminuir el cobro de derechos de aprovechamientos de hidrocarburos a Pemex a un 65%, desde el 75% que actualmente paga.
Eliminar los intereses de la deuda de los Pidiregas y controlar los contratos con la iniciativa privada y los laborales, para permitir ahorros e incrementar el monto de inversión.
Adicionalmente propone permitir el 100% de deducibilidad de inversiones en infraestructura de la paraestatal, además de unificarla en una sola empresa.
“Es una iniciativa de más largo plazo y congruente con el objetivo de mantener un monopolio”, dijo David Shields, analista del sector petrolero mexicano.
“Están proponiendo una serie de cambios para liberar recursos para Pemex para infraestructura, refinación. Habría que hacer la corrida para ver si es viable”, dijo Rocío Moreno analista de Fundar, Centro de Análisis e Investigación.
Desde el 2000 a la fecha Pemex a entregado ingresos a las arcas nacionales por el equivalente al 75.8% de sus ingresos totales, es decir unos 4 billones 867,000 millones de pesos.
El PRD que en su propuesta dedica 153 páginas al análisis de la reforma del PRI y del presidente Felipe Calderón, y 200 a su iniciativa de reformas, permite la celebración de contratos con la iniciativa privada pero nunca en forma contratos de servicios, incentivados, múltiples o cualquier otra de sus modalidades, sino más bien reorientar los contratos llave en mano hacia los contratos por administración.
Lo contrario de lo que progne el presidente Calderón.
“Pemex podrá celebrar con personas físicas o morales, dando preferencia en igualdad de condiciones a las de nacionalidad mexicana, los contratos de obras y de presentación de servicios que la mejor realización de sus actividades requiere”, dice la propuesta del FAP.
“Este es uno de los puntos más objetables, me parece discriminatorio y poco viable de aplicar”, dijo Shields al destacar la necesidad de abrir la puerta a empresas ya sean nacionales o extranjeras para mejorar la tecnología y las obras de Pemex.
En busca del oro negro
El PRD busca otorgar mayores recursos a Pemex al proponer un reordenamiento de los ingresos excedentes, ya que estos se distribuirían:
20% al Fondo de estabilización de los ingresos de entidades federativas.
60% al Fondo de Estabilización para la inversión en infraestructura de Pemex
10% al fondo de estabilización de ingresos petroleros, y
10% a programas y proyectos de inversión en infraestructura y equipamiento de municipios con mayor grado de marginación en el territorio nacional.
“De aprobarse disposiciones así, sería la Secretaría de Hacienda la que deberá demostrar su capacidad para obtener recursos ya que disminuiría la carga fiscal de Pemex”, dijo Moreno.
En medidas de corto plazo, los integrantes del FAQP proponen la creación del Fondo para el Fortalecimiento del sector Energético constituido a partir de los fondos de la empresa, excedentes petroleros y reducción en los derechos sobre hidrocarburos.
Propone además que el Consejo de Administración sea integrado por 11 personas entre ellas el secretario de energía que no lo presidirá; tres consejeros en representación de la sociedad, designados por el ejecutivo federal de una lista de seis nominados definida por el Congreso; y dos trabajadores sindicalizados.
Adicionalmente participarían con voz los presidentes de las comisiones de Energía de las Cámaras de Diputados y Senadores.
“A diferencia de las otras propuestas propone un sistema de contrapesos para tomar las decisiones”, dijo Moreno.
La Secretaría de Energía no estuvo disponible para hacer comentarios de la propuesta energética del FAP.
