Derrame de BP no frenará a Brasil
Es improbable que los proyectos petroleros costa afuera de Brasil se frenen por el enorme derrame en el Golfo de México o el hundimiento de una plataforma de gas en Venezuela, pese a los temores de una reacción contraria a la perforación en aguas profundas. Las protestas por el peligro de las perforaciones costa afuera ha elevado el diferencial en los precios del crudo, luego que operadores apostaron por menores suministros ante el temor de que Estados Unidos retroceda en sus planes por abrir nuevas áreas a la búsqueda de hidrocarburos.
Pero los brasileños no están pidiendo una desaceleración en el esfuerzo de la estatal Petrobras para explotar enormes reservas en aguas profundas. El país ya tiene normas de seguridad más estrictas después de un desastre importante en una plataforma en 2001.
"No creo que haya algún cambio en las inversiones", dijo Lucas Brendler, analista que cubre noticias de Petrobras para la correduría Geracao Futuro.
"Esos accidentes podrían incrementar los contratos de seguros, pero no creo que las compañías cambien las inversiones debido a esto", precisó. Brendler agregó que también era poco probable que posibles cambios en la legislación ambiental alteren la línea de tiempo de la producción subsal.
Los operadores están preocupados de que las regulaciones para las perforaciones costa afuera sean más estrictas y frenen los suministros mundiales de crudo lo que ha impulsado los diferenciales entre el contrato de crudo de pronta entrega y el de entrega en diciembre del 2012.
Esos diferenciales se han ampliado a más de 15 dólares el barril, desde alrededor de 9 dólares del 19 de abril.
Los mercados mundiales están contando con Brasil para la entrega de 2 millones de barriles por día de producción adicional de crudo para el 2020, el equivalente a un 10% del aumento previsto en la demanda mundial de petróleo hacia el 2030, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Este incremento depende mayormente del plan de Petrobras para explotar miles de millones de barriles de crudo que se ubican 7 kilómetros por debajo de la superficie marina.
La compañía ya produce gran parte de la producción de 2 millones de barriles por día de Brasil proveniente de yacimientos mar adentro en aguas poco profundas.
Analistas dicen que el hecho de que las dos plataformas costa afuera en el Golfo de México y Venezuela se hundieran en menos de un mes es coincidencia y no una tendencia.
Los accidentes no han tenido un impacto evidente en el debate político respecto al sector petrolero de Brasil.
La atención sigue centrada en las disputas entre los estados brasileños sobre cómo deberían ser distribuidas las regalías petroleras bajo nuevas legislaciones en el sector que son discutidas en el Congreso.
Políticos del estado de Río de Janeiro, que cuenta con una enorme economía turística y alberga la mayor parte de las operaciones de perforación mar adentro, discutieron los accidentes sucedidos en el contexto de la disputa sobre regalías petroleras y restaron importancia a la posibilidad de que ocurran accidentes similares en Brasil.
Los accidentes "muestran cuán importante es mantener las regalías para mitigar este tipo de riesgo", dijo Julio Bueno, Secretario de Desarrollo Económico de Río de Janeiro.
En 2001, la plataforma de producción costa afuera P-36 operada por Petrobras sufrió una explosión que dejó 11 muertos. Cinco días después se hundió frente a las costas de Río de Janeiro, arrojando al mar parte de los 10,000 barriles de crudo que almacenaba.
