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La Casa Blanca arroja triste pronóstico

Recortó su estimación de crecimiento de 2.7% a 2.3% para este año, y de 3% a 2.7% para el 2013; los pronósticos surgen tras conocerse el ritmo lento del PIB en el segundo trimestre.
vie 27 julio 2012 02:09 PM
La inacción del Congreso de EU podría restarle 3 puntos porcentuales al crecimiento económico ajustado a la inflación en 2013. (Foto: Thinkstock)
dolar crisis (Foto: Thinkstock)

La Casa Blanca redujo este viernes su proyección de crecimiento de la economía estadounidense para el 2012 y el 2013, horas después de conocerse que el Producto Interno Bruto creció a un ritmo lento en el segundo trimestre.

Eso ha causando preocupación sobre una desaceleración que podría frustrar las posibilidades de reelección del presidente Barack Obama.

En su revisión presupuestaria semestral, la Casa Blanca dijo que esperaba que la economía creciera 2.3% este año y 2.7% el próximo, menos que las tasas de 2.7 y 3.0% proyectadas en febrero.

"La economía sigue enfrentando serios vientos en contra que han contenido al crecimiento y limitado las ganancias en empleo", según el informe sobre la propuesta presupuestaria fiscal 2013 de Obama.

También amplió su estimación para el déficit federal en el año 2013 fiscal -que comienza el 1 de octubre- a 991,000 millones de dólares desde los 901,000 millones de dólares originales proyectados en febrero.

El informe estableció, además, que le brecha presupuestaria para el 2012 fiscal sería de 1.211 billones de dólares, poco menos que los 1.327 billones de dólares originales.

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En una ventana a 10 años, desde el año fiscal 2013 hasta el 2021, dijo que los déficit serían 240.000 millones de dólares menores a lo proyectado.

Como se ha vuelto costumbre en un Washington políticamente dividido, la propuesta presupuestaria de Obama para el 2013 fue rechazada por el Congreso, donde los republicanos se oponen a elevar los impuestos y los demócratas quieren recolectar más ingresos junto a cualquier recorte de gastos.

Los republicanos controlan la Cámara de Representantes y los demócratas, el Senado.

Un acuerdo alcanzado en agosto del 2011 para evitar caer en un default soberano fijó los niveles de gasto para este año. Se está gestando otra batalla por aumentos de impuestos y recortes de gastos que tendría lugar a fines del 2012, una convergencia de tiempos denominada "abismo fiscal".

La cifra de crecimiento para este año es ligeramente inferior que la pronosticada por la Reserva Federal en junio, cuando indicó que el PIB podría crecer hasta 2.4%. 

El crecimiento de la economía estadounidense se desaceleró golpeado por el gasto del consumidor más bajo en un año.

El Producto Interno Bruto creció 1.5% en el segundo trimestre, la tasa más lenta desde el tercer trimestre de 2011.

La cifra refuerza la posibilidad de mayores estímulos por parte de la Reserva Federal, que tiene su reunión de política monetaria el 31 de julio y el 1 de agosto. 

Elecciones

Se espera que la próxima semana la Cámara de Representantes vote en contra de una propuesta para elevar impuestos a las familias que ganen más de 250,000 dólares al año.

El Senado aprobó el plan, que extiende las tasas impositivas iniciadas durante el Gobierno del ex presidente republicano George W. Bush para familias de clase media por otro año.

"Si el presidente es serio respecto a ayudar a reconstruir esta economía, trabajará con los republicanos para detener estas alzas de impuestos y reformar el código tributario para crear un mejor ambiente para la creación de empleos en el sector privado", dijo el viernes a través de un comunicado el presidente de la Cámara de Representantes y principal republicano en el Congreso, John Boehner.

Anteriormente el viernes, el Departamento de Comercio dijo que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se expandió 1.5% interanual entre abril y junio, su ritmo más lento desde el tercer trimestre del 2011.

El presupuesto fue un tema político delicado el verano boreal pasado, cuando un enfrentamiento entre demócratas y republicanos sobre impuestos y déficits llevó al país al borde de un default soberano y condujo a una baja en la calificación crediticia de Estados Unidos.

La débil cifra de crecimiento divulgada el viernes y continuas preocupaciones sobre desempleo en Estados Unidos son grandes inquietudes políticas para la campaña de Obama antes de las elecciones del 6 de noviembre, que depende de la sensación de que la economía está mejorando.

Un sondeo de CBS/New York Times publicado la semana pasada mostró que un 39 por ciento de los encuestados aprueba el liderazgo económico de Obama, mientras que un 55 por ciento lo desaprueba.

Eso representó un cambio respecto a abril, cuando 44% aprobaba la conducción económica del presidente y 48%se mostraba en desacuerdo.  


 

 

 

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