60 millones, lejos del bienestar
En México 60.6 millones de personas viven por debajo de la línea de bienestar, es decir que no tienen los ingresos necesarios para cubrir los costos de las canastas alimentaria y no alimentaria, equivalentes a 2,404 pesos mensuales para el área urbana y 1,540 en la rural, según la Medición de la Pobreza 2012.
Esta cifra representa un millón de pobres más que en 2010. Incluso, es mayor en siete millones de mexicanos que la cifra total de pobres en el país, revelan datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En junio de 2013, la canasta básica alimentaria para el área urbana tuvo un costo de 1,173 pesos mientras la no alimentaria (que incluye transporte, educación vivienda, vestido, entre otros) fue equivalente a 1,231 pesos.
Por lo que respecta al área rural, la canasta básica alimentaria fue de 832.29 pesos, en tanto que la canasta básica no alimentaria ascendió a 707.72 pesos, según los datos del organismo.
La medición de pobreza a partir del ingreso contiene información dura que indica la capacidad de la gestión pública, empresarial y del mercado laboral para generar y distribuir la riqueza de una manera equitativa sin programas asistenciales focalizados, indicó el director del Departamento de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz.
Para el profesor del departamento de Economía del ITAM, Germán Rojas, si bien hay crecimiento, no se ha tenido la capacidad de generar empleo para gente muy pobre.
"A veces se generan nuevas fuentes de trabajo y se reduce la inflación, pero para la gente que es muy pobre ya no tiene impacto porque están en el extremo, por eso estos programas de combate a la pobreza no han tenido mucho éxito. No hemos sido capaces de meter a estas personas en el lado claro al mercado laboral", dijo.
Este lunes, el Coneval dio a conocer que la población en situación de pobreza ascendió a 53.3 millones de mexicanos -500,000 más de los que había en 2010-, mientras que las personas en pobreza extrema se redujeron de 13 millones a 11.5 millones. Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestran que el 58% de la población ocupada gana desde 1 peso hasta 3 salarios mínimos, que equivalen a un promedio de 3,885 pesos mensuales.
La población más pobre destina en promedio la mitad de su gasto a alimentos, bebidas y tabaco. Es decir que 9.4 millones de hogares gastan al mes 1,673 pesos en este rubro, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares de 2012, del INEGI.
La informalidad generalizada sigue siendo un desafío abrumador en México, ya que restringe las economías de escala y reduce la eficiencia en toda la economía, expuso la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En su Estudio Económico para México 2013, el organismo destacó que no hay una panacea para abatir la informalidad. A largo plazo, el aumento de los ingresos la reducirá.
Sin embargo, nueva evidencia empírica muestra que la promoción de una mayor participación de las empresas formales y del empleo requerirá un paquete más amplio de políticas para mejorar los resultados educativos, reformar la regulación comercial, fortalecer las instituciones legales y reducir la corrupción, según la OCDE.
Los déficits de habilidades predominan entre los trabajadores asalariados informales, y existe una diferencia salarial promedio de alrededor de 15% con los trabajadores asalariados formales. Estos déficits de habilidades, que limitan el empleo del sector formal, reflejan el débil logro educativo y la baja calidad de la educación.
