Ferguson aviva las protestas raciales en Estados Unidos
Las protestas en Ferguson, Missouri, han dejado al descubierto la persistente división racial en Estados Unidos.
Una fuente de esa tensión es la enorme brecha financiera entre los estadounidenses blancos y negros.
Las cifras son pasmosas.
Una familia típica afroamericana acumula menos de una décima parte de la riqueza de una familia blanca cualquiera. Y esa diferencia empeora cada vez más.
En los últimos 25 años, la brecha entre blancos y negros en términos de riqueza casi se ha triplicado, según una investigación de la Universidad de Brandeis.
Esto se debe principalmente a que el acceso a una vivienda propia es mucho menor entre la población negra. Tener casa propia es a menudo el mayor activo de los estadounidenses y un componente importante de su riqueza total.
Los negros también suelen tener ingresos más bajos que los blancos, por lo que les resulta más difícil ahorrar y crear riqueza. El ingreso medio de los hogares negros ni siquiera llega al 60% del ingreso de un hogar blanco.
El desempleo es también una grave problemática. La tasa de desocupación entre la población negra duplica a la de los blancos. La brecha se ha mantenido así desde hace años.
Todos estos factores se combinan para sumir a muchos negros en la pobreza. El índice de pobreza de 15% en Estados Unidos enmascara las diferencias raciales subyacentes. Lo cierto es que más de uno de cada cuatro negros viven en la pobreza, mientras que menos de uno de cada 10 blancos están en esa situación de precariedad.
La situación económica en Ferguson refleja el panorama nacional, donde la pobreza, el desempleo y los bajos ingresos son generalizados entre sus residentes negros.