¿China maquilla sus cifras de crecimiento económico?
Li Keqiang, un funcionario provincial de China, le confió en 2007 un secreto al embajador de Estados Unidos: las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) de China son "fabricadas" y por tanto "no fiables".
Le dijo que la mayoría de los datos económicos del país, y en especial su PIB, deberían usarse "solamente como referencia", según un cable diplomático publicado por Wikileaks.
Li, economista de formación, es ahora el primer ministro de China, pero en 2007, cuando aún escalaba posiciones en el partido, describió un mejor método alternativo para medir el crecimiento económico: mirar el consumo de electricidad, el volumen de transporte de mercancías por ferrocarril y los préstamos bancarios.
Este miércoles se reavivó el debate sobre la precisión de las cifras del PIB de China después de que funcionarios anunciaran que la economía creció 7% en el segundo trimestre, un nivel que pocos economistas estimaban probable. El PIB del primer trimestre también se situó en 7%, y el objetivo oficial de crecimiento fijado por Beijing para 2015 es... sí, adivinaste, 7%.
"Un crecimiento del PIB más fuerte de lo esperado inevitablemente despertará nuevas preguntas sobre la veracidad de los datos oficiales", dijo Julian Evans-Pritchard de Capital Economics. "Creemos que el crecimiento efectivo es, casi seguro, un punto porcentual o dos más bajo".
El debate sobre las cifras del PIB es un tema favorito entre los observadores de China. Algunos están convencidos de que China maquilla sus libros. Otros creen que las estadísticas oficiales son fiables y útiles. Y otros discuten la exactitud de ciertas clases de datos, y apuntan a alternativas más significativas.
Gran parte de la controversia actual tiene que ver con el "deflactor del PIB", una herramienta estadística utilizada para calcular el PIB. Nadie ha acusado a China de manipular esa medida, pero algunos economistas creen que la forma en que se calcula sobreestima el crecimiento.
Los funcionarios chinos responsables de las estadísticas niegan que haya un problema.
"China no subestima su deflactor del PIB y no sobreestima su PIB", dijo este miércoles la portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, Sheng Laiyun.
En el pasado, las críticas vertidas contra los cálculos del PIB estaban asociadas principalmente a la llamada " adoración del PIB." La mejor manera para que un funcionario ascendiera en la jerarquía, fuera en el pueblo o a nivel provincial, era alcanzar —o superar— los objetivos de crecimiento, y luego enviar la buena noticia a Beijing. Esto daba pie a todo tipo de amañamientos.
"China no tiene una oficina de estadísticas autónoma, depende de los gobiernos locales que informan los números y los gobiernos locales tienen un incentivo para distorsionar los números", explica Andy Xie, economista independiente.
Xie, otrora economista jefe para Asia-Pacífico en Morgan Stanley y reconocido bajista respecto a China, apunta que es más probable que el PIB actual del país se acerque al 4 o 5%. Recomendó monitorear el crecimiento de los salarios, las exportaciones, la producción de automóviles y el consumo de electricidad en lugar del PIB, pero incluso eso deja mucho que desear.
"Últimamente, hemos notado incluso que los gobiernos locales están manipulando las cifras de la electricidad, porque saben que los líderes superiores están mirando las cifras de la electricidad", dijo.
Andrew Stevens contribuyó en esta nota.