El Premio Nobel Joseph Stiglitz aconseja a Clinton gravar combustibles fósiles
El economista ganador del premio Nobel Joseph Stiglitz tiene un consejo para Hillary Clinton: gravar los combustibles fósiles.
Stiglitz, que es asesor de Clinton, dice que gravar el carbono sería la mejor manera de abordar el cambio climático e impulsar la economía estadounidense.
La medida conduciría de inmediato a mayores precios del petróleo, gasolina y carbón. También elevaría el costo de cualquier cosa que utilice esos combustibles, como la electricidad y el transporte. El objetivo es obligar a los estadounidenses a encontrar alternativas que sean más baratas y mejores para el planeta.
Los impuestos normalmente entorpecen la economía, pero Stiglitz cree que este la ayudaría.
Lee: El Nobel Stiglitz critica el apresuramiento por aprobar el TPP
“Creo que un impuesto sobre el carbono estimularía la economía”, indicó Stiglitz a CNNMoney. Dice que provocaría que muchas empresas remodelen sus fábricas y rediseñen sus cadenas de suministro, lo que generaría empleo y crecimiento.
Stiglitz dice que ha propuesto el plan al equipo de Clinton, aunque también comprende la razón por la que la campaña no lo ha adoptado como parte de su programa electoral de 2016.
“No hay nada más importante que asegurarse de que [Clinton] sea elegida en lugar de Trump”, dice Stiglitz. “Uno tiene que ser sensible a lo que se puede vender en una campaña”, agregó.
Clinton llama al cambio climático “una amenaza urgente y un reto definitorio de nuestro tiempo”. Ella se compromete a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero “hasta en 30%” para el año 2025 por debajo de los niveles de 2005. Se trata de un objetivo en línea con lo que el presidente Barack Obama acordó en la conferencia climática de París.
Su plan actual no llega tan lejos como el de Stiglitz. En vez de ello, propone una gran inversión en energía renovable y normas más estrictas sobre la contaminación y la eficiencia energética.
Lee: La independencia petrolera de EU, ¿posible con Donald Trump?
El republicano Donald Trump ha dicho que no cree en el cambio climático y que los planes demócratas para resolverlo son “solo una forma muy, muy cara de impuesto”.
Una de las mayores preocupaciones acerca de un impuesto sobre el carbono es que sería una carga importante para los pobres y para la clase media. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estima que los costes de una familia típica de clase media subirían unos 600 dólares al año.
Para asegurar que los pobres no sean golpeados muy duro por un impuesto sobre el carbono, Stiglitz propone darles algún tipo de crédito o reembolso. La ayuda a los pobres podría ser financiada por los ingresos del impuesto sobre el carbono.
Bernie Sanders, quien compitió contra Clinton en las primarias, apoya un impuesto sobre el carbono.