La Fed empezará a reducir su balance, ¿qué viene?
(Nota del editor: texto publicado en la edición 1218 de Expansión, en septiembre. Actualizado para la versión web)
La confusión y la locura reinaron en los mercados financieros del mundo tras la quiebra del banco Lehman Brothers, en septiembre de 2008, que desencadenó la peor crisis desde la Gran Recesión.
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, además de recortar su tasa de interés a cero, puso en marcha un programa sin precedentes para ayudar a su economía: comprar activos respaldados por hipotecas y bonos del Tesoro a instituciones bancarias.
Ahora, ocho años después y ante la mejora de la economía, el banco central se encamina a deshacerse de esos activos, lo cual tendrá consecuencias en los mercados financieros globales, incluido el mexicano.
La compra de bonos conocida como alivio monetario, que inició en 2009 y terminó en 2014, llevó la hoja de balance de la Fed a 4.3 billones de dólares, el mayor monto desde la Segunda Guerra Mundial.
La estrategia buscó bajar las tasas de interés de largo plazo para abaratar el crédito, animar a los bancos a prestar a los consumidores y reactivar la economía.
“En la crisis todos se deshacían de los bonos gringos. Era una locura”, dice Irving Cortés, director general de CM Derivados.
Qué sigue
En la reunión de política monetaria de septiembre, los miembros de la Fed acordaron iniciar en octubre la reducción de su hoja de balance y seguir con aumentos adicionales de las tasas de interés. Por lo pronto, mantuvo sus tasas sin cambios en un rango de entre 1% y 1.25%.
El anuncio no fue una sorpresa. El plan comenzará con una reducción en la compra de activos de 10,000 millones de dólares este mes, hasta alcanzar los 50,000 millones en octubre del próximo año.
El efecto se verá en los bonos estadounidenses, ya que ante una mayor demanda el precio se reduce, pero sus tasas de interés se incrementan. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió de 2.23% a 2.28% tras el anuncio.
Lo que suceda con los bonos del Tesoro refleja lo que pasará en México con los bonos del gobierno.
Los analistas esperan que la venta de activos se dé de manera gradual para no generar distorsiones, por lo que los inversionistas deben ser cautos y no adelantarse.
“La Fed tendrá que hacer un esfuerzo de comunicación para evitar eventos de volatilidad”, dice el director de estrategias de mercado de Finamex Casa de Bolsa, Guillermo Aboumrad.
Dado que reducir la hoja generará un alza en las tasas, si los inversionistas tratan de anticiparse al banco central para no verse afectados solo generarán turbulencia.
En julio, el discurso de la Fed y el del Banco Central Europeo coincidieron en que la época de bajas tasas o dinero barato terminará pronto. El día 7 de ese mes, los futuros del índice VIX, que mide la volatilidad de Wall Street, subieron a máximos de un mes, como señal de mayor turbulencia.
“Demasiados inversionistas ven a la Reserva Federal como un catalizador negativo”, escribió en un reporte Michael Hartnett, estratega en jefe de Inversiones en BofA Merrill Lynch.
La Fed no sólo se encamina a reducir su balance, también seguirá con el alza de su tasa, lo que encarecerá el precio del dinero.
Si un inversionista tiene actualmente bonos del Tesoro, lo que recomiendan los especialistas es contratar una cobertura para protegerse de la pérdida que pueda tener ese instrumento.
“Si tienes un bono que paga, por ejemplo, 5% y suben las tasas, los nuevos bonos tendrán un mejor rendimiento que el que tú pactaste”, señala Cortés.
No obstante, se espera que el aumento de tasas sea gradual.
“La idea es que las tasas de largo plazo sean las que suban y el impacto de la hoja de balance será lento”, indica Aboumrad.
La normalización del balance de la Fed también representa una oportunidad para que los inversionistas mexicanos reacomodo en sus portafolios.
“Creo que el mensaje es que es buen momento para tomar posiciones en el mercado accionario de Estados Unidos o mantener las que traes”, dice Cortés.