Los nuevos petroleros mexicanos
El municipio de China, Nuevo León, se encuentra en la cuenca de Burgos, la zona que aporta la mayor cantidad de gas natural seco del país. En ese lugar, las temperaturas en invierno pueden bajar de los cero grados, aunque oscilan entre los 30 y los 40 grados el resto del año. Para aliviar el frío, los trabajadores de los campos de Sierrita y Cuervo solían masticar peyote mientras instalaban las compresoras de gas, a mediados de los 90, cuenta Mariano Hernández, un ex ingeniero de Pemex que, por entonces, inauguraba sus servicios privados en el sector a través de la firma PTS.
Ahora, tras 20 años de trabajos para Pemex, este empresario se convirtió en uno de los primeros petroleros privados de México, a través de la compañía Nuvoil, tras ganar en diciembre la licencia para explotar el campo de Benavides-Primavera ubicado en esa zona.
“Llegamos a estas tierras de Burgos en el 95 como prestadores de servicios, y ahora ya estamos como operadores. Es un orgullo”, dice el director general de Nuvoil, una firma de más de 1,000 trabajadores.
Los primeros barriles de crudo y gas producidos por compañías privadas llegan de este tipo de latitudes agrestes, como las de Nuevo León. Los 12 contratos otorgados a empresas y que ya producen hidrocarburos en la actualidad —de un total de 30 adjudicados por el gobierno tras las primeras tres fases de la serie de licitaciones de la llamada Ronda Uno— aportaron en julio 1,591 barriles de crudo y 25.75 millones de pies cúbicos de gas natural. Son apenas unas gotas, si se comparan con los 5,785 millones de pies cúbicos de gas natural y los 2.15 millones de barriles de crudo que extrajo Pemex ese mismo mes.
Sin embargo, es el primer paso de la apertura histórica del sector que trajo la reforma energética, después de 75 años de monopolio de Pemex. Pero estos inicios no son sencillos: las nuevas petroleras deben enfrentarse con conflictos sociales, daños ambientales, robos de infraestructura, campos aislados por la falta de inversión y una regulación naciente. Estas compañías son ‘los buscadores de oro’ de la época actual.
“Son la camada de los cowboys mexicanos que abrirán la brecha para las petroleras que no estén dispuestas a correr tanto riesgo”, dice Óscar López, socio de la consultora internacional EY, que ha asesorado a algunas de estas empresas.
Sierra Oil, Petrobal, Diarqco, Renaissance Oil, Cotemar y Nuvoil son varios de los ganadores de las primeras licitaciones petroleras que abrieron sus puertas a Expansión para contar su particular travesía en los inicios de la reforma energética.
Bienvenidos al salvaje oeste mexicano.