Ford generará 200 empleos en Hermosillo... en vez de los 2,800 previstos en SLP
Con la presentación de tres vehículos 'made in USA' durante el Autoshow de Detroit, Ford dio un espaldarazo a la política de Donald Trump de impulsar los autos hechos en su país en lugar de en otros mercados.
La automotriz estadounidense anunció la nueva F-150 —el modelo más vendido en Estados Unidos—, el regreso de la Ranger y el vehículo utilitario Bronco. Son autos icónicos para el mercado estadounidense, por sus grandes y potentes motores y su capacidad de carga. Todos serán producidos en Michigan.
Luego de haber sido criticada por Donald Trump por sus planes de construir una nueva planta en México, en San Luis Potosí, Ford decidió cancelar la semana pasada esta inversión e invertir 700 millones de dólares para ampliar la capacidad de la fábrica de Flat Rock, Michigan.
“Al final del día siempre pensamos en lo que es mejor para el negocio”, dijo Mark Fields, CEO global de Ford.
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En un movimiento al que la firma calificó como "estratégico", Ford anunció la semana pasada que, en lugar de construir esa planta, habilitará una línea en la planta de Hermosillo —donde fabrica los modelos Fusion y MKZ— para ensamblar el Focus.
Fields dijo que la inversión en Hermosillo generará 200 nuevos empleos. La empresa había previsto crear hasta 2,800 puestos de trabajo en la fábrica de San Luis Potosí. Respecto a las reacciones negativas que la cancelación del proyecto generó en el mercado mexicano, Fields recordó que Ford ha estado en México durante 90 años. “Ahora empleamos a 8,000 personas, con lo cual hemos contribuido con el desarrollo económico de ese país”.
Con este cambio de planes, la firma del óvalo azul podrá producir y exportar Focus a bajo costo —según Fields, los Focus que salgan de Hermosillo se exportarán a Estados Unidos—, al tiempo que podrá ‘hacer las paces’ con el presidente electo.
“Ayer nos reunimos con Trump y hablamos sobre la nueva inversión en Michigan”, dijo Fields. La compañía tomó esta decisión tras negociar con el sindicato automotriz United Auto Workers (UAW), que brindó su apoyo a Trump durante su campaña.
Para Trump, la cancelación del proyecto representa uno de sus primeros éxitos políticos, pues durante su campaña prometió que, de ganar la presidencia “regresaría a Estados Unidos los empleos que empresas como Ford se habían llevado a México”.
Respecto a la posibilidad de que Ford cancele proyectos de inversión en China para regresar esas líneas a Estados Unidos, Fields recalcó que Ford es “una muy orgullosa multinacional que invierte alrededor del mundo. (...) Operando de esta forma somos exitosos y vamos a continuar haciendo esto”.
General Motors defiende sus inversiones
En cambio, Mary Barra, CEO global de General Motors —empresa que también ha sido blanco de las amenazas de Trump—, dijo que si bien la firma quiere “hacer fuerte el negocio y a Estados Unidos, también reconocemos que somos una compañía global cuya lógica de inversión es producir donde se vende”.
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En diciembre de 2014, General Motors anunció una inversión 5,000 millones de dólares para expandir sus operaciones en México. Parte de esta inversión (350 mdd) fue para habilitar una línea en la planta de Ramos Arizpe, Coahuila, para empezar a ensamblar el Chevrolet Cruze.
Además de en México, este modelo se ensambla en las plantas de Lordstown, Estados Unidos, y de Rosario, Argentina.
La semana pasada, Donald Trump criticó a Chevrolet por importar este modelo desde México.