La energía será un apartado "sencillo" en el nuevo TLCAN, afirman los expertos
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) está a punto de comenzar, y el gobierno de Estados Unidos dejó muy claras sus intenciones este lunes: reducir el déficit comercial con México y Canadá y eliminar las partes que considera "injustas" del texto para "defender" su propia economía. Esto implica la posible adopción de medidas proteccionistas, como aranceles y otras cuotas, para algunos sectores.
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En este panorama, hay un aspecto importante que el TLCAN ampliará, pero donde no se esperan grandes polémicas: la energía.
El sumario de objetivos del gobierno estadounidense es escueto en este apartado: "Preservar y fortalecer las inversiones, el acceso a los mercados y las disciplinas de las empresas controladas por los Estados para beneficiar la producción y transmisión energética y apoyar la seguridad e independencia energética de América del Norte, promoviendo la continuación de las reformas de apertura del sector".
Es decir, apoyo a la reforma energética mexicana y al libre comercio en este sector entre los países, sin ninguna alusión a "desequilibrios comerciales" ni a posibles políticas proteccionistas.
"Un mayor comercio de energéticos e inversión bilateral incrementarán la autosuficiencia de Norteamérica. Esto reducirá nuestra dependencia en importaciones de energía desde fuera del continente, y obviamente creará empleos y disminuirá el costo de la energía para los consumidores", dijo Rick Perry, secretario de energía de Estados Unidos, durante su visita a México la semana pasada, en la que se reunió con su homólogo Pedro Joaquín Coldwell.
Favorecer el libre comercio de energéticos está en el interés de todos los implicados. Por un lado, México depende del crudo y el gas natural de Estados Unidos; y por otro, Estados Unidos tiene en México a su mejor cliente.
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“Alrededor de la mitad del petróleo consumido en México es refinado en Estados Unidos. Igualmente, el 70% de nuestras necesidades de gas natural también vienen del norte”, dice Luis Miguel Labardini, socio del despacho especializado en energía Marcos y Asociados, una consultoría energética.
Por ello, varios expertos consultados consideran que el apartado de energía será de los más sencillos de negociar en el nuevo tratado, y esperan que las conversaciones vayan dirigidas a crear un mercado único de la energía en toda América del Norte.
“Crear un mercado libre de energía de Alaska a Chiapas es clave si queremos que esta región se convierta en la mayor potencia del Siglo XXI”, afirma Labardini.
Con información de Adrián Espallargas.