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Leonardo DiCaprio realiza los sueños de Cristopher Nolan en "El origen"

La primera cinta de Critopher Nolan después de 'The Dark Night'promete un éxito de ensueño en las taquillas para este verano
lun 19 julio 2010 10:03 AM
El origen es protagonizada por Leonardo DiCaprio
REU. Inception El origen es protagonizada por Leonardo DiCaprio

“Odio mis sueños . Son tan… infantiles”. Quién sabe lo que la artista Laurie Anderson diría de la primera película de Christopher Nolan desde The Dark Knight (El caballero de la noche), pero del público probablemente oiremos esto: es muy compleja.

Inception (El origen), un thriller espectacular de fantasía basado en el guión original de Nolan, es la película más inteligente con imágenes creadas con computadora como en The Matrix. La premisa es tan loca, que se requiere no sólo un poco de fe sino mucho tiempo en pantalla para explicarla, así que hazte un favor y presta atención.

Leonardo DiCaprio es Cobb, un “excavador”, que se mete en los subconscientes de las personas mientras éstas duermen. Este acto de infiltración  “no es estrictamente legal”; no es por motivos terapéuticos, sino para espionaje y robo.

Tampoco es una operación de una sola persona. Para hacer el trabajo correctamente se requiere un “arquitecto”, básicamente alguien que diseñe un paisaje en los sueños, algo lo suficientemente vívido y detallado para que el soñador no se dé cuenta. Dependiendo de la complejidad del proyecto, también se puede requerir un “ladrón”, un “químico” y preferiblemente alguien afuera que provoque un oportuno despertar.

Entre los compañeros de Cobb están Arthur (Joseph Gordon-Levitt), la novata Ariadne (Ellen Page), Yusuf (Dileep Rao), y Eames (Tom Hardy). El cliente, Saito (Ken Watanabe), quiere más que acceso a la materia gris de su rival industrial, quiere que Cobb le implante una idea que desmantelará un conglomerado empresarial completo.

Como si eso no fuera suficiente, Cobb también debe evitar sus propios demonios. DiCaprio evidentemente no se ha sacado Shutter Island (La isla siniestra) de su sistema.

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Inception, una suerte de película de meta-robo, evoca la ciencia ficción de Philip K. Dick, la exploración de estados alternos de la conciencia, la memoria y la fantasía. Pero esos son también los temas de Nolan, conocidos de su película Memento (Amnesia) y de los muchos juegos mentales practicados por los magos en The Prestige (El gran truco), así como la guerra psicológica entre Batman y sus adversarios (los fanáticos de esa serie reconocerán varias caras conocidas en esta película).

“Una idea es como un virus”, dice Cobb, y esa idea también pudo haber nacido en Ciudad Gótica en el entusiasmo rabioso de The Dark Knight.

Como Memento y The Prestige, Inception está construida en una caja de trucos. Ariadne (que ayudó de Teseo a matar al minotauro en la mitología griega) diseña laberintos que también son puertas de escape, y esa metáfora del laberinto recorre todo Inception, que a su vez es un rompecabezas navegado tanto por el cineasta como por la audiencia.

En el curso de la exploración del subconsciente del sujeto, Cobb lo lleva a un sueño dentro de un sueño dentro de un sueño. Aunque es un poco decepcionante que cada nivel sea un thriller de acción (Nolan debería salir más), las reglas del juego son deliciosamente enrevesadas.

Tiene una tendencia de complicarse mucho, pero nadie maneja el tiempo más ingeniosamente que Nolan. Tres minutos en un sueño puede corresponder a una hora en el siguiente, y los dos pasan en cuestión de segundos en el mundo real. De forma gloriosa, la física del mundo real se refracta en los sueños –la gravedad simplemente es una señal defectuosa– y si el que sueña empieza a moverse, el universo se cae a pedazos (el mejor: la última pesadilla de Angeleno).

Ciertamente a Nolan no se le ha escapado de su atención que las funciones vitales del sueño son una metáfora de las películas. Ariadne es una diseñadora de producción cinematográfica, Cobb es un actor y director. Los extras en el sueño –los peatones comunes– con conocidos como “proyecciones”, y se vuelven hostiles si sospechan que alguien está alterando su realidad.

Inception sólo se interesa en el arte de la percepción. Por todas sus capas, la profundidad de la película permanece en la superficie. Pero en la gran y poderosa música original de Hans Zimmer, en sus inmensos y asombrosos efectos y en una narración audaz, Inception es la mejor apuesta para romper los récords de taquilla en el verano .

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