Errores de otros son éxitos de Kingston
Kingston, la empresa que fabrica memorias para computadoras, ha visto una oportunidad en los errores que han tenido otras compañías tecnológicas y los aprovecha para desarrollar nuevos productos que la mantengan rentable en un mercado cambiante, sin gastar fortunas en innovación.
“A diferencia de las empresas de tecnología , nosotros no creamos tendencias ni buscamos influenciar a los consumidores. Esperamos a que el mercado esté listo para producir a gran escala”, explica el cofundador y CEO, John Tu, a la edición trimestral de alta gestión CEO de la revista Expansión, correspondiente a agosto-noviembre 2014.
Tu compara el modelo de negocio de Kingston con un pulpo. Dice que la empresa no tiene un esqueleto fijo, se mueve rápido y con facilidad para llenar los huecos de un mercado volátil y afirma que sólo son la grasa que ayuda a que giren los engranes de la industria: “nosotros nos subimos a las tendencias”.
En las tres últimas décadas, cuenta Tu, la volatilidad ha causado que muchos productores de Japón y Corea salgan de la jugada.
“Todo tiene que ver con los semiconductores, que es el principal componente de los dispositivos de memoria, y los costos para producirlos”, agrega el estadounidense de origen chino, que fundó la firma con David Sun hace 28 años.
Dice que el problema está en que las empresas de semiconductores no son flexibles, que no está en su ADN. Por eso, cuando tienen problemas para dar servicio a sus clientes OEM ( fabricantes de equipos originales ), estos últimos se acercan a Kingston para solucionar la falla.
Flexibilidad, el antídoto para no morir
John Tu cuenta a Expansión que la flexibilidad que caracteriza a la compañía es la razón que la ha hecho sobrevivir.
“Seguimos siendo los mismos que empezaron en un garaje. Eso nos permite hacer cosas que los clientes realmente necesitan , si no lo piden, no lo hacemos. Si no están felices, les preguntamos qué quieren y lo hacemos. Somos flexibles”, agrega Tu.
Según analistas, la tecnológica facturó 4,300 millones de dólares (mdd) en 2013. Además tiene 53.8% del mercado de memorias DRAM, de acuerdo con cifras de la empresa de investigación de mercados IHS.
Kingston no le teme a la nube
El directivo dice que la migración de sus clientes a la nube cambió su negocio en los últimos tres años, debido a que dejaron de utilizar las memorias portátiles. En occidente el cambio fue más rápido y sus ventas de USB cayeron. Pero en los países en desarrollo, se elevaron.
“En las otras regiones del mundo, 3,000 o 4,000 millones de personas continúan trabajando con la tecnología anterior. Aunque no sé si será igual en los próximos 10 o 20 años”, comenta.
La empresa ha comenzado a diversificar su cartera de productos, pero le ha sido difícil darlos a conocer. Por ejemplo, desde hace cuatro años, empezó a fabricar SSD (unidades de estado sólido que sustituyen a los discos duros tradicionales).