'Luke Cage' lleva músculo y genialidad a la nueva serie Marvel de Netflix
Con el auge de los grupos de superhéroes, Marvel y Netflix siguen siendo una pareja poderosa. Ahora entra en escena, a los talones de Daredevil y Jessica Jones, Marvel’s Luke Cage, que se adhiere firmemente a esa fórmula cruda y deberá ganar su propia legión de fanáticos leales detrás de la imponente presencia de Mike Colter en el papel principal.
Además, hay una relevancia simbólica para la llegada de Luke Cage, representando a una franquicia creada a partir de un superhéroe afroamericano, descrito por el showrunner Cheo Hodari Coker como un “hombre negro a prueba de balas”, antes de que “Black Panther” llegue a la pantalla grande.
Estas series creadas alrededor de personajes de bajo perfil operan en un escalafón paralelo del Universo Cinematográfico de Marvel, haciendo referencia al mundo teatral en el que habitan los Avengers, pero operan en un ambiente mucho más reservado y sencillo.
Como resultado, el personaje principal (quien apareció previamente en Jessica Jones) puede ser introducido gradualmente. De hecho, el inicio es tan relajado que la historia de origen, que explica cómo Cage se volvió casi indestructible e increíblemente fuerte, a través del siempre popular experimento fallido, no aparece sino hasta el cuarto episodio.
Una vez más, con Netflix, el sacar la historia a cucharadas a veces funciona para un mejor maratón. Ubicado en Harlem, el discreto intro nos muestra a Luke Cage barriendo en una barbería, uno de tantos trabajos que toma para hacer rendir su dinero. Y mientras que el dueño (Frankie Faison) conoce su secreto e insta a Luke a usar sus poderes para “ayudar a la gente” como los héroes más conocidos, él se resiste a la tentación, albergando heridas emocionales del pasado a pesar de ser casi insensible al dolor físico.
Eso cambia, naturalmente, gracias a un empresario corrupto conocido como Cottonmouth (Mahershala Ali de House of Cards) y su prima Mariah, una política corrupta (Alfre Woodard), ambos salidos de los cómics, pero representados más reales en términos de ser capaces de enfrentarse con Luke.
De hecho, uno de los inconvenientes de estas series de Netflix ha sido que los héroes residen en un mundo poblado de matones y maleantes (incluyendo a Theo Rossi de Sons of Anarchy como el matón de Cottonmouth), no supervillanos. Como consecuencia, Luke pasa mucho tiempo aventando desafortunados maleantes por ventanas, lo que no ofrece tanta emoción.
Pero, nuevamente, Luke Cage se trata tanto de la atmósfera como de la emoción. La serie acontece a su propio paso, eventualmente reuniendo a Rosario Dawson en el quinto episodio (de los siete que adelantaron) en su papel de Claire, a quien interpretó en Daredevil. Y el diálogo es generalmente fuerte, dando espacio a los personajes para pelear sobre sus equipos favoritos de NBA.
Si bien el programa no cuenta con muchos efectos especiales, Colter (quizás mejor conocido por The Good Wife, antes de Jessica Jones) no solo emana carisma, sino que logra verse como un superhéroe, aunque solo esté caminando con una sudadera, o incluso (en raras ocasiones) un saco y corbata.
Las series de Netflix, obscuras y serias, han sido, por lo general, más satisfactorias que, por ejemplo, Agents of S.H.I.E.L.D de la ABC, y en términos comerciales, han demostrado el valor de estos personajes menos conocidos, quienes eventualmente se unirán en la serie The Defenders, especialmente para un servicio de suscripción.
Visto desde esa perspectiva, incluso permitiéndole sus puntos débiles, Luke Cage se ve fuerte como una roca.
"Luke Cage" se estrena el 30 de septiembre por Netflix.