Alfonso García Robles, el primero y "el más olvidado"
Hace 3 décadas, los esfuerzos del diplomático Alfonso García Robles contra la carrera armamentista le valieron para ganar el Premio Nobel de la Paz en 1982, con lo que se erigió como el primer mexicano en ser reconocido por la Fundación Nobel.
El 13 de octubre, el Comité Noruego encargado de la decisión anunció que la diplomática sueca Alva Myrdal y García Robles eran premiados como "dos personas que, durante años, han jugado un rol central en las negociaciones de desarme en la Organización de las Naciones Unidas (ONU)".
De acuerdo con el anuncio, ambos laureados tenían en común haber ayudado al mundo a abrir los ojos "a la amenaza que enfrenta la humanidad en el armamento nuclear ". Sobre el mexicano, el comité señalaba: "Él ha sido la fuerza detrás del acuerdo que declaró a América Latina una zona desnuclearizada".
La Cancillería mexicana lo considera el "arquitecto" del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe, también conocido como Tratado de Tlatelolco por haber sido presentado en la antigua sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en la colonia Tlatelolco de la Ciudad de México.
El documento fue firmado el 14 de febrero de 1967 por 14 países de la región —Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela—, a los que después se sumaron otros 19.
García Robles nació el 20 de marzo de 1911 en Michoacán y murió el 4 de septiembre de 1991 en la Ciudad de México. Según una semblanza publicada en la página de la SRE, dedicó su carrera a la academia y a la diplomacia, en la que fue canciller entre 1975 y 1976, embajador y representante de México ante órganos de la ONU.
Para Elda Cantú, internacionalista del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el Premio Nobel de la Paz entregado a García Robles por sus gestiones contra el desarme nuclear es un reconocimiento a "uno de los puntos más altos del protagonismo mexicano en la escena internacional".
"(El Tratado de Tlatelolco) fue el inicio de los esfuerzos por la no proliferación nuclear, que es un tema que va y viene en la agenda mundial, pero es importante y ahí está ", dijo Cantú a CNNMéxico. "Algo pasó que tal vez (las autoridades mexicanas) no hicieron algo para que el premio se valorara de manera adecuada, y quizá hoy es el nobel mexicano más olvidado".
En su discurso de aceptación del galardón en Oslo, Noruega, el 10 de diciembre de 1982, García Robles señaló que todos los países, en especial las potencias nucleares, deberían "respetar los intereses vitales de todos los pueblos" y acatar una conclusión de la ONU aprobada por unanimidad en 1978: "La humanidad enfrenta una elección: detener la carrera armamentista y proceder al desarme o encarar la aniquilación".