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Sobredosis de dólares en EU

Raúl Hermida alerta sobre el hecho de que en 2008 la base monetaria estadounidense haya subido 100%; el directivo de la Bolsa de Comercio de Córdoba, Argentina, advierte del impacto negativo en...
sáb 07 marzo 2009 06:00 AM
El dólar se mantiene como la principal unidad de reserva. (Foto: Archivo)
Dólares (Foto: Archivo)

En los últimos meses, los resonantes planes de rescate anunciados en Estados Unidos para evitar el colapso de su sistema financiero llevaron al banco central americano, la Reserva Federal, a inyectar cientos de miles de millones de dólares por día en el mercado mundial.

Al enorme volumen de dinero otorgado principalmente a empresas aseguradoras, bancos de inversión y a la banca comercial tradicional se sumaron en las últimas semanas los planes de ayuda a las firmas automotrices estadounidenses, en un proceso de fuerte emisión de dólares que está lejos de considerarse finalizado.

Ante esto, la base monetaria de EU registró un incremento de 100% entre diciembre de 2008 y el mismo mes de 2007, alcanzando la friolera de 1,629 mdd. Hasta hace unos meses, este comportamiento hubiera sido impensable en un país como Estados Unidos, cuna de las teorías monetarias más ortodoxas y donde sus propios teóricos fueron quienes advirtieron al mundo de los efectos perniciosos de la abundancia irracional de dinero en los mercados.

Ahora bien, ¿puede esta tremenda sobredosis de dólares no tener efecto alguno en la economía real o monetaria del resto del mundo?, ¿cómo podría afectar a los países de América Latina, en donde el billete verde cumple un rol tan importante como reserva de valor?

En este sentido, hay que tener en cuenta que la debilidad estructural de la economía estadounidense se ha magnificado en los últimos años, lo cual se ve representado claramente por los ya conocidos déficits gemelos (comercial y fiscal). En 2009 nada indica que el desequilibrio entre exportaciones e importaciones pueda mejorar rápidamente, pero lo más preocupante son, sin lugar a dudas, las proyecciones del déficit fiscal estadounidense.

Los números oficiales en este sentido no son muy halagüeños. La oficina de presupuesto del Congreso de EU estima un déficit cercano al 9% del PIB en 2009. Sin embargo, algunos analistas independientes estiman que el agujero fiscal podría sobrepasar el billón y medio de dólares. Lógicamente, este bache fiscal deberá ser cubierto con una nueva emisión de Bonos del Tesoro en un mercado cada día más saturado.

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Pero para comenzar a preocuparnos realmente por el efecto negativo de la gran expansión monetaria de EU, primero habrá que sortear el principal escollo vigente: la fuerte recesión mundial. Y es aquí donde reside la principal espada de Damocles de la popularidad del presidente Barack Obama. Con las tasas de interés en un nivel históricamente bajo y un gasto público elevado por el gobierno a niveles pocas veces visto, el mercado comenzará a exigir en los próximos meses a la Casa Blanca señales claras de una salida inminente a la crisis.

En caso contrario, Obama se encontrará rápidamente con una situación que hoy le parecería inimaginable: sus principales instrumentos de estímulo a la economía están agotados y una abundancia de dólares que comienza a transformarse en una bomba de tiempo. Tarde o temprano, todo esto podría impactar en el valor internacional de la moneda estadounidense, la cual podría verse fuertemente depreciada en el futuro.

En los años previos a la debacle financiera originada en la crisis subprime, las monedas de los principales países latinoamericanos habían observado una notable apreciación con respecto al dólar. La fortaleza de estas divisas había complicado en algunos casos, el nivel de actividad de varios sectores económicos dependientes de sus ventas externas.

Si bien en los últimos meses tanto en Argentina, Brasil y en México las monedas locales se han depreciado sensiblemente, nada indica que en el largo plazo esta situación no pueda revertirse al recuperarse el PIB mundial.

En el caso particular de México, el impacto negativo de este fenómeno monetario podría ser aún mayor que en los otros países mencionados, debido al fuerte vínculo existente entre su sector externo y el mercado estadounidense.

Raúl Hermida es director del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE)de la Bolsa de Comercio de
Córdoba, Argentina.
 

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