No hubo ganadores ni perdedores. El saldo de la batalla por el presupuesto federal fue mixto, pues ninguno de los contendientes –el PRI y la oposición– logró imponerse en forma absoluta. Por primera vez en la historia del país, la iniciativa del presupuesto de egresos fue modificada por los diputados opositores de tal manera que la Secretaría de Hacienda deberá revisar los programas de gasto de las dependencias y organismos de gobierno y reasignar recursos por más de $7,600 millones de pesos.
- El llamado bloque opositor –encabezado por los legisladores del PAN y el PRD– consiguió aumentar en $15,500 millones de pesos el gasto social, con lo que se verán beneficiados rubros como agricultura, ganadería, desarrollo rural, vivienda, educación y seguridad social. Dentro de este monto, destaca una nuevo fondo de apoyo a los estados por $6,870 millones; así como los incrementos de $3,000 millones para mejorar las pensiones de los jubilados del IMSS y Ferrocarriles Nacionales, y de $2,000 millones para apuntalar las labores de la SEP.
- En contrapartida, el PRI obtuvo los recursos presupuestales que requería el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) –$34,600 millones– para el pago de intereses generados por el rescate de la banca. Los priístas consiguieron el dinero sin condicionamientos.
- La Secretaría de Hacienda manifestó que el presupuesto aprobado asegura la continuidad de la política económica y permite avanzar en el saneamiento del sistema financiero. Empero, advirtió que las modificaciones al presupuesto original afectarán algunos programas en marcha así como el gasto de inversión. El presupuesto fue calculado con un precio de $16 dólares por barril de petróleo, $0.50 centavos más de lo contemplado originalmente.