Edad de merecer
Los 50 años de Bufete Industrial no se celebrarán con champaña o con canapés, sino con recortes y venta de activos. Desde que se declaró en suspensión de pagos, en mayo pasado, la compañía se ha visto obligada a tomar medidas drásticas. Comenzó a reestructurar su operación y a tocar puertas de inversionistas potenciales. “Hemos recibido toda clase de propuestas”, afirma un alto ejecutivo de esta empresa quien pidió el anonimato. En los últimos seis meses, la constructora ha sido visitada por al menos siete inversionistas. “Algunos nos dicen que ellos mismos están en proceso de reestructura, otros que no les interesa por ahora el mercado mexicano y algunos que siguen analizando los números”, dice la fuente. Entre los socios potenciales hay inversionistas de la firma Kellog Brown & Root, que ya detentan 21% de las acciones de esta constructora.
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Conforme corre el tiempo, el equipo que encabeza José Mendoza se vuelve más flexible. Inicialmente hablaba de aliarse con una constructora grande o mediana, pero ahora ya no descarta nada. “Estamos teniendo reuniones con compañías con las que no tuvimos contacto antes”, dice el entrevistado y señala que la empresa no está en posición de omitir ninguna alternativa. El objetivo, dice, es conseguir un socio antes de que termine el año.
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La razón de tanta prisa es que la empresa ha comenzado a retrasarse en el pago de la nómina y de proveedores. Existe, también, el riesgo de que pierda contratos por falta de liquidez. Por ahora, se ha dedicado a vender activos y a recortar gastos. Ya se deshizo de su participación en Metrored, fabricante de fibra óptica y de una planta de tratamiento de agua. En la lista siguen algunos terrenos y participaciones minoritarias en cines.
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Como parte de su plan de austeridad, desalojó oficinas corporativas para ahorrar en rentas. En cuanto a su planta laboral, piensa reducirla aún más. En el periodo junio de 1998-99 recortó 900 plazas y para el segundo semestre de este año se irán otros 400 trabajadores.
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Paralelamente, Bufete Industrial está tratando de mejorar su posición financiera. Ha reducido su deuda total, en el último año, de $350 a $180 millones de dólares y está trabajando sin contraer más pasivos. Empero, aún tiene pendiente el pago de un eurobono por $100 millones de dólares y de otros $20 millones de dólares en pasivos diversos.
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Esta compañía, líder en ingeniería, procuración y construcción en México, resulta una buena oportunidad para quien desee aprovechar su experiencia en la construcción de plantas industriales. A pesar de sus dificultades, tiene obra contratada por $573 millones de dólares para los próximos 15 meses. El año pasado ganó una licitación con Gas de France para construir y distribuir gas natural en 26 municipios del Valle de México. Se trata de un megaproyecto que podría resolver sus problemas de liquidez más adelante. Además, está modernizando varios campos petroleros de Pemex, notablemente el de Akal-l en Cantarell y este año empezó a construir una nueva planta química para DuPek –asociación entre Alpek y DuPont– . Apenas hace unas semanas ganó una licitación en Argentina por $29 millones de dólares para levantar unidades de investigación en la Universidad Nacional de la Plata. Sus socios potenciales saben que es una empresa que opera con bajos costos y altos márgenes de utilidad y sólo están esperando que toque fondo para quedarse con la mejor tajada del pastel. ¡Vaya celebración de medio siglo!
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