Cansada de ser reconocida sólo por los jeans 501 y deseosa de mostrar su variedad, la compañía internacional Levi’s se acercó a Burson-Marsteller en México y pidió un consejo.
- ¿La solución? Una novedosa campaña de cuerpos pintados.
- En este caso era imprescindible romper moldes, porque la firma estaba encasillada en sus viejos modelos. El objetivo: mostrar al público que Levi’s se preocupa por el diseño y la moda. “No somos los primeros en pintar el cuerpo humano”, dice Patricia Gracia, de Burson-Marsteller. “Nuestra aportación fue llevar el arte a la comunicación para vender un producto”, añade.
- Como las estatuas griegas, los cuerpos pintados mexicanos han roto fronteras. “La campaña no seguirá en México porque ya nos han imitado demasiado. Pero seguirá vigente en América Latina”.