Fundado en 1989 para atender las necesidades de la población cubana, el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) ya tiene reconocimiento mundial en el tratamiento de varios afecciones del sistema nervioso, tales como el mal de Parkinson. De acuerdo con el doctor Emilio Villa Acosta, subdirector general del CIREN, en este lugar se han logrado eliminar hasta en 50% los síntomas de esta enfermedad degenerativa e incurable, gracias a métodos quirúrgicos de avanzada.
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Otros padecimientos tratados ahí son la hemiplejia, la paraplejia, la epilepsia, la esclerosis múltiple, las parálisis cerebrales y lesiones provocadas por accidentes. También cuenta con el programa Rebioger, concebido para prevenir el envejecimiento prematuro, y con una clínica de sueño donde se ayuda a los pacientes de todas las edades a superar problemas de insomnio, roncopatía y otros trastornos del sueño.
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Lo novedoso del CIREN –formado por siete clínicas y un centro de investigación–, dice Villa Acosta, es la manera de abordar la enfermedad. Se trata de comprometer al paciente para que se haga directamente responsable de su rehabilitación: “No hacemos milagros, sólo tratamos de estimularlos al máximo.” A través de un trabajo intensivo, de siete horas diarias, se busca ayudarlos a que recuperen su autoestima y su salud. Además de la fisioterapia, se da acupuntura, sonoterapia –u oxigenación de los tejidos– así como psicoterapia. En algunos casos también se recurre a la braquiterapia, o sea el implante de material radioactivo.
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El costo de una estancia de 35 días en el CIREN asciende a cerca de $11,000 dólares, incluyendo la de un acompañante. De acuerdo con el doctor Villa Acosta este precio es 10 veces inferior al de un tratamiento similar en cualquier otro país. A este centro ya acuden pacientes de todo el mundo.